Descubren las mutaciones que nos han hecho evolucionar para vivir más años

¿Cuál es el secreto de la vida eterna? No, aún no existe el estudio que tenga la clave para poder vivir más años, pero el Instituto de Biología Evolutiva del CSIC ha dado con la clave para entender por qué el ser humano ha evolucionado para vivir cada vez más y más años, sobre todo en comparación con nuestros ancestros en la escala evolutiva.

Y es que, tanto los humanos como los primates, tenemos un techo de vida bastante alto. Hay estudios que estiman que habría medio millón de personas con más de cien años en todo el mundo y, según algunos científicos, no tendríamos límite en este sentido. Pero... ¿qué es lo que nos ha llevado a la situación actual? La respuesta está en ciertas mutaciones en nuestro organismo, aunque también en dormir más.

Una de ellas se propuso hace unos 50 años por el biólogo estadounidense George C. Williams, que postuló que un gen único que afectara a diferentes características físicas se ''replicaría'' con el paso de las generaciones, sobre todo si este gen ayuda al sujeto a llegar a la edad reproductiva. Era una hipótesis, pero desde el Instituto de Biología Evolutiva, podrían haber dado con la clave.

Podríamos vivir más, si el cambio climático nos deja...

Los investigadores han analizado diferentes secuencias de aminoácidos que les han permitido aislar unos 25 cambios genéticos que nos han ayudado a vivir más. Los resultados no extrañaron a los investigadores, ya que había hipótesis sobre ello, pero había que probarlas. Entre las mutaciones genéricas que nos han permitido vivir más que otras especies se encuentran cambios en la salud cardiovascular, en la coagulación y en la curación de heridas.

Son tres de los ''mecanismos'' básicos que nos han permitido sobrepasar la edad media de los primates, pero también de los humanos del pasado. Eso sí, los investigadores se centraron en los productos proteicos de los genes, por lo que aún queda camino por recorrer y muchas investigaciones que realizar, ya que estas 25 mutaciones genéticas no explican, ellas solas, el secreto de nuestras vidas más largas.