Descubren un nuevo método para combatir la obesidad

Un equipo de científicos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en colaboración con el Brigham and Women's Hospital de Boston, ha desarrollado un nuevo tratamiento para luchar contra la obesidad. 

El método consiste en utilizar nanopartículas que se inyectan por vía intravenosa y tienen la capacidad de administrar medicamentos para combatir el sobrepeso directamente en el tejido graso. Por tanto, lo novedoso no es el fármaco que se utiliza, sino la manera en la que se aplica, que resulta mucho más eficaz que la convencional.

"La ventaja es que ahora tenemos un método de apuntar a un área en particular. Así, podemos obtener los efectos positivos deseados en términos de antiobesidad, pero no los efectos secundarios negativos que se producen a veces", explica Robert Langer, uno de los miembros del equipo. 

La acción de estos medicamentos, que todavía se encuentran en fase de pruebas y están pendientes de su aprobación por parte de la FDA de Estados Unidos, consiste en la transformación de las células adiposas blancas en adipocitos marrones. Los adipocitos blancos son las células encargados de almacenar el exceso de energía, y son los responsables de la obesidad. En cambio, los adipocitos marrones tienen el cometido de mantener la temperatura del cuerpo y generar calor, de manera que el organismo los quema con estos fines.

La conversión de adipocitos blancos en marrones se consigue gracias a la angiogénesis, un proceso fisiológico que consiste en la formación de vasos sanguíneos nuevos a partir de los existentes. Es un fenómeno normal durante el desarrollo embrionario, el crecimiento del organismo y la cicatrización de las heridas, pero también es un proceso fundamental en la transformación maligna del crecimiento tumoral, por lo que puede tener efectos perjudiciales. 

Descubren cómo descomponer las grasas para tratar la obesidad

Para evitar que se produzcan efectos secundarios peligrosos para los pacientes, este grupo de científicos ha utilizado las nanopartículas, que permiten dirigir los fármacos directamente a las células adiposas. En los experimentos de laboratorio que los científicos han llevado a cabo con ratones, los sujetos que han sido tratados con estas nanopartículas presentaron una pérdida del 10% de su peso corporal durante 25 días, sin mostrar ningún efecto secundario negativo. 

Ahora, para que la técnica se pueda aplicar como un tratamiento para la obesidad, los investigadores están trabajando en encontrar una manera de hacer más sencilla la administración de las nanopartículas, como la vía oral.