¿Es igual de sano el atún en lata que el fresco?
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El atún en lata es uno de los alimentos más consumidos. ¿Merece la pena pasarse al atún fresco, o nutricionalmente son iguales?
Los alimentos enlatados han aumentado sus ventas durante el confinamiento. Suelen ser baratos, y muy cómodos de conservar, incluso durante meses.
El atún está presente de múltiples formas en la cocina: se puede comer directamente de la lata, en ensaladas, acompañamientos, guisos, y otras recetas. No solo es muy sabroso, sino que además es un pescado azul, fuente de proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas D y minerales como el yodo.
Es un alimento excelente para nuestra salud, y muy consumido, por eso es habitual preguntarse: ¿Es igual de sano el atún en lata que el fresco? Una pregunta que ha intentado responder nuestra compañera Cristina Fernández de Business Insider.
Nutricionalmente, si tomamos solo el atún en sí, la versión en lata en muy similar al atún fresco. Es decir, enlatarlo no degrada el alimento, aunque sí pierde algunas propiedades. Y hay cambios que tienen que ver con la receta del envasado, más que con el almacenamiento en sí.
Como decimos, nutricionalmente son similares, pero el proceso de enlatado hace que se pierdan minerales como el calcio y el potasio. Además algunas latas podrían contener bisfenol A (BPA), un químico industrial que evita que el material se corrompa, y que la Agencia Química Europea (ECHA) considera tóxico.
El resto de diferencias las aportan las recetas de enlatado. El atún en aceite tiene más grasas y más calorías. Si se consume así, es más sano el aceite de oliva. Además la mayoría de los atunes en lata llevan más sal que el fresco, lo que resulta contraproducente para la salud.
En resumen, el atún el lata es sano y nutricionalmente similar al fresco, pero pierde algunos minerales y puede tener más grasas, calorías y sal, según sea una lata de atún en aceite o escabeche. Conviene comprar latas bajas en sal o aceite, o al natural.
Si consumes atún enlatado, ten en cuenta que hay distintas calidades. El mejor es el bonito del norte, con más sabor. Después tenemos el atún claro, el más común, y en las latas más baratas a veces ni siquiera hay atún, sino melva, un pescado de sabor similar pero de peor calidad.
Conviene leer la etiqueta y comprobar que al menos el 65% del contenido de la lata es atún, en las versiones en aceite o escabechada, y el 70% si es al natural.
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