Los bancos de sangre -y por lo tanto los ciudadanos- están de enhorabuena: la ciencia ha encontrado una forma de transformar tipos de sangre común en sangre universal, aquella que puede ser transferida directamente a cualquier grupo sanguíneo.

La clave de este hallazgo está en nuestros intestinos, pues los científicos que lo han desarrollado han utilizado bacterias intestinales para hacer que la sangre de tipo A y B se conviertan en 0- de forma rápida y eficiente.

No es la primera vez que se crea un método para transformar sangre en tipo universal, aunque sí que esta vez parece que es viable en coste económico y temporal.

Es un descubrimiento que puede salvar cientos de miles de vidas, las de todos aquellos que necesiten transfusiones sanguíneas urgentes desde bancos de sangre en los que no hay gran reserva del tipo que necesitan.

El tipo sanguíneo 0- es el menos común de todos, aunque es el que puede ser donado a cualquier persona. Además, las personas que lo tienen se encuentran en aprietos cuando necesitan de una transfusión, pues aunque pueden donar a todos, sólo pueden recibir sangre de otros 0-.

Ahora sólo falta saber cómo de económico será el proceso y si se puede realizar sin disponer de muchos medios técnicos, algo útil en zonas remotas donde se han producido catástrofes, precisamente las que suelen necesitar de grandes cantidades de sangre en el menor tiempo posible.

Pese a los interrogantes que faltan por resolver, la simple premisa de poder "fabricar" sangre universal a partir de otros tipos ya es muy prometedora de cara al futuro de la medicina.