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Este satélite chino caerá sobre la Tierra en pocos meses

El satélite chino que está fuera de control caerá sobre la Tierra muy pronto.

La carrera espacial entre las distintas potencias mundiales está produciendo noticias bastante curiosas. Hace pocos meses sabíamos que China, uno de los principales interesados en el espacio, había perdido por completo la comunicación con uno de los satélites científicos lanzados hace unos años.

La pérdida de comunicación era completa, aunque por suerte sí que se ha mantenido localizado dicho satélite artificial durante todo este tiempo. Es lo que ha permitido contrastar que cada vez está más cerca de nuestro planeta y que inevitablemente estaestación espacial chinase precipitará sobre la Tierra en cuestión de meses.

Su nombre es Tiangong 1 y caerá sobre nosotros a finales de 2017 o principios de 2018. Eso no significa que haya que temer daños materiales o víctimas humanas, ya que por mera probabilidad caerá sobre el mar. Otra opción es que simplemente se desintegre total o parcialmente al entrar a toda velocidad en la atmósfera terrestre.

Su finalidad era puramente científica, para probar reacciones de distintos elementos en el espacio. No es infrecuente que distintos países tengan satélites científicos en órbita, de la misma forma que tienen bases de este tipo en el Polo Sur. Es una forma de testar reacciones en ambientes extremos.

Por eso no es probable que cause daños sobre poblaciones, aunque no es por completo descartable. No se puede hacer mucho para evitar que esto ocurra, aunque sí que esta noticia debería servir para concienciar sobre un peligro cada vez más frecuente: la basura espacial.

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Son cientos los satélites artificiales lanzados cada año, algunos con sistemas de comunicación mejorados y más modernos que los anteriores. Eso implica que los antiguos son abandonados hasta que se precipitan sobre la Tierra de forma irremediable, algo que pocas veces causa daño alguno.

No obstante, que haya tal cantidad de desechos metálicos y de otros materiales circulando en torno a la Tierra supone una amenaza para futuras misiones tripuladas e incluso para los satélites que sí están en funcionamiento, un problema de muy difícil solución.

[Fuente: Independent]

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