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Un estudio le da la razón a Einstein con su teoría de la relatividad

Agujero Negro apuntando a la Tierra
IceCube Neutrinos Observatory

Albert Einstein fue nominado en 62 ocasiones al premio Nobel y sin embargo, lo ganó una sola vez por sus explicaciones sobre el efecto fotoeléctrico en 1921. Su teoría más famosa, la de la relatividad, no consiguió convencer a gran parte de la comunidad científica. La dificultad de demostrar en su momento la Teoría de la Relatividad hizo que fuera cuestionada durante muchos años, incluso tras a muerte de su autor. 

La detección de ondas gravitacionales consiguió darle la razón en parte y ahora, la captura de neutrinos superenergéticos en la Tierra, gracias al estudio realizado en el IceCube Neutrino Observatory, vuelve a corroborar el concepto teórico desarrollado por Einstein sobre la simetría del universo.

En 1905 Albert Einstein publicaba la Teoría de la Relatividad General que incluía el principio conocido como Simetría de Lorentz por el cual todos los objetos presentan las mismas leyes de la física independientemente del marco desde el cual se observen, es decir que la luz viaja siempre a unos 300.000 kilómetros por segundo ya sea en el espacio o encendiendo la luz dentro de casa. 

La energía oscura demuestra que Einstein tenía razón

El problema a la hora de demostrar este principio no era calcular la velocidad de la luz, sino comprobar que esa simetría se mantenía en el los objetos más pequeños, los subatómicos, como un neutrón, un protón o un electrón, que se rigen bajo las leyes de la física cuántica y por lo tanto, por cada uno de estos objetos existe otro a la inversa. 

El resultado de la prueba del IceCube en la Antártida demuestra que efectivamente los neutrinos respetan las leyes de la física y nada los altera. Conocidos como la partícula fantasma por no tener casi masa, los neutrinos se desplazan por el espacio en linea recta sin necesidad de desviarse porque en su camino encuentren otro objeto, sino que lo atraviesan sin problemas. 

El IceCube Neutrino Oservatory es un detector de neutrinos enterrado en el hielo antártico, compuesto por 5.610 sensores de luz conectados a cuerdas verticales que se congelan en más de 80 pozos situados en una distancia de un kilómetro cúbico de hielo. Como explica el siguiente vídeo, los neutrinos atraviesan la Tierra y golpean la capa de hielo produciendo partículas llamadas muones. La luz que se desprende de esta interacción es captada por los sensores del IceCube. 

"Estábamos buscando ver si una infracción de Lorentz causaba una desviación, y no la vimos", ha dicho la profesora Janet Conrad, física del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) y autora del artículo publicado en la revista Nature Physics"Esto cierra el libro sobre la posibilidad de violación de Lorentz para una gama de neutrinos de alta energía" aclara. 

Más de 200 billones de neutrinos atraviesan nuestro cuerpo a cada segundo. Según National Geographic, uno de los neutrinos extremadamente energéticos que llegaron al IceCube llevó a los científicos del experimento hasta su origen en un punto cercano a la constelación de Orión, donde varios telescopios habían detectado una llamarada cósmica, un objeto de gran tamaño llamado blazar que se había despertado y empezado a lanzar rayos gamma altamente energéticos.

Este blazar, una de las fuentes astrofísicas más poderosas del universo, se sitúa en la galaxia elíptica gigante de nombre TXS 0506 + 056, en cuyo interior hay un agujero negro apuntando directamente hacia la Tierra sus chorros de partículas extremadamente energéticas. Este es el origen de los neutrinos que han ayudado a situar una vez más a Albert Einstein en la cúspide de la física moderna.

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