Logo Computerhoy.com

Estamos encontrando tantos exoplanetas en el universo que los científicos ya no dan abasto

Exoplaneta con satélites y galaxia
Depositphotos

A principios de los 90, la posibilidad de que hubiera planetas fuera de nuestro sistema solar era algo que sonaba a ciencia ficción. Hasta donde sabíamos, la única estrella con planetas orbitando a su alrededor era el Sol, lo cual convertía a nuestro sistema solar en un entorno de circunstancias únicas. 

Pero científicos como Newton llevaban planteando desde hace siglos la posibilidad de que existieran planetas fuera del sistema solar que habitamos, y en 1992 se confirmó que tenían razón. Ese año, mientras un grupo de astrónomos estudiaba un púlsar (una estrella de neutrones que emite pulsos de radiación electromagnética de forma periódica), descubrieron que había varios planetas orbitando esa estrella.

Esto no fue más que el principio. Actualmente, gracias a diversos avances tecnológicos y científicos, disponemos de un catálogo de más de 4.000 exoplanetas distribuidos en 3.073 sistemas estelares, y de miles de posibles candidatos pendientes de clasificación. Y pese a que es información increíblemente valiosa, los astrónomos y demás especialistas encargados de estudiarlos no tienen medios suficientes para prestar atención a todos. 

Discernir en base a los datos disponibles qué objetos son exoplanetas y cuáles son otros cuerpos o fenómenos astronómicos es una tarea laboriosa, y en ocasiones puede tardarse incluso un año en poder llegar a una conclusión satisfactoria sobre uno solo de ellos. Además, una vez aceptado dentro de la categoría de exoplaneta, estos cuerpos celestes deben ser analizados para averiguar su composición, tamaño, órbita…

Esto implica que hace falta una cantidad enorme de gente para poder clasificarlos todos. Pero incluso cuando numerosos científicos dedican su tiempo a estudiar exoplanetas, los instrumentos necesarios para llevar a cabo esta tarea (grandes telescopios y antenas, entre otros) son escasos y están muy solicitados, lo que aumenta aún más el tiempo que se tarda en clasificar cada exoplaneta. 

Como explica a Space.com Jessie Christiansen, astrónoma de Caltech y del Exoplanet Science Institute de la NASA, dado que disponen de tiempo y recursos limitados, se ven forzados a ignorar muchos exoplanetas en favor de unos pocos incluso antes de poder analizarlos en profundidad. 

Por lo general, escogen aquellos exoplanetas de los que piensan que pueden aprender más. Cuando se trata de exoplanetas que orbitan estrellas muy brillantes, el modo más fácil de estudiarlos es básicamente hacer zoom: los científicos aumentan tanto como es posible las imágenes obtenidas por telescopios, y posteriormente las analizan para determinar las características del planeta en cuestión.

La NASA muestra el telescopio más potente que jamás se ha construido

La NASA muestra el telescopio más potente que jamás se ha construido

La NASA ha mostrado el telescopio más potente del mundo, una herramienta que permitirá explorar el espacio profundo de una manera imposible hasta la fecha. Se trata del James Webb, un telescopio que reemplazará al Hubble.

Lee la noticia

La otra opción es observar una gran cantidad de exoplanetas y estudiarlos como un conjunto. Esta fue la tarea llevada a cabo por el satélite Kepler, que pasó varios años estudiando cambios en la luminosidad de cientos de miles de estrellas para localizar exoplanetas. 

Con los datos obtenidos por el satélite, los astrónomos pudieron determinar qué tipos de exoplanetas son más comunes y cuáles menos, permitiendo así crear un modelo estadístico que sirve como criterio a la hora de valorar la relevancia de los datos sobre un nuevo exoplaneta. Tal como razona Christiansen, cuando encuentran un exoplaneta que pertenece a los tipos más comunes rara vez tienen motivo para suponer que este va a ser distinto o más interesante que los compañeros con los que comparte categoría, por lo que no se le presta tanta atención como a otros. 

Debido a la sobrecarga actual de datos de posibles exoplanetas, los científicos han desarrollado un método de validación estandarizado para decidir qué planetas merecen ser estudiados más a fondo. Mediante un modelo estadístico, evalúan la probabilidad de que los datos obtenidos no pertenezcan a la presencia de planetas sino a otros fenómenos, y esto permite seleccionar de modo más sencillo la información que sí corresponde a exoplanetas. 

Gracias a este método pueden confirmar la presencia de exoplanetas sin tener que pasar horas analizándolos individualmente. Pero los instrumentos de validación escasean, y con el aumento exponencial de datos que esperan observar en los próximos años, la tarea podría volverse aún más titánica. 

Pero no todo está perdido. Si bien la mayoría de satélites utilizados en estos proyectos solo se dedican a localizar exoplanetas (el TESS y el WFIRST de la NASA son buenos ejemplos de ello), la ESA ha desarrollado un satélite que podría liberar a los científicos de parte de su carga de trabajo

El conocido como CHEOPS (CHaracterising ExOPlanet Satellite) es un satélite construido en la sede de Airbus Defence and Space de Madrid. Su función es estudiar estrellas cercanas a la Tierra, concretamente aquellas en torno a las cuales ya sabemos que hay exoplanetas orbitando. Su lanzamiento estaba previsto para el 17 de diciembre, pero por una incidencia de software en el cohete Soyuz que debía llevarlo a órbita, tuvo que retrasarse hasta hoy. Tras un lanzamiento que se ha podido llevar a cabo sin contratiempos, el satélite, todavía acoplado al cohete Soyuz, se encuentra en camino a su órbita final. 

Lanzamiento del cohete Soyuz con el satélite CHEOPS
Arianespace

CHEOPS se centrará principalmente en planetas de gran tamaño, mayores que la Tierra pero más pequeños que Neptuno, y utilizará diversos instrumentos para determinar las características de estos cuerpos celestes. Esto permitirá que los científicos reciban datos mucho más concretos, con los exoplanetas parcialmente categorizados, lo que facilitará el estudio de exoplanetas al reducir la cantidad de trabajo que los científicos deben llevar a cabo.

Descubre más sobre , autor/a de este artículo.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.

Etiquetas: Destacado