El experimento psicológico más cruel: juntar en la misma sala a tres enfermos mentales que se creían Jesucristo
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Se supone que los médicos están para cuidarnos y curarnos. Pero hay veces en las que pueden ser muy crueles e insensibles, en nombre de la ciencia.
Corría el año 1959, y en el hospital Ypsilanti State de Michigan, se habían juntado tres enfermos mentales que se creían Jesucristo.
Al psicólogo Milton Rokeach, a cargo de los enfermos, se le ocurrió una perversa idea: juntar en una misma sala a estos tres esquizofrénicos que se autoproclamaban el único Hijo de Dios.
Su intención parecía buena: pensaba que cuando estos pacientes se encontrasen con otros Jesús que afirmaban lo mismo, se darían cuenta de la realidad, abandonando la idea de que eran el Hijo de Dios.
Como era de esperar, el polémico experimento psicológico no salió como el psicólogo esperaba, tal como nos cuenta la web IFL Science!
El primer encuentro fue muy tenso. Puesto que cada uno de ellos se creía Jesús, veían a los otros dos como impostores, y se lo echaban en cara.
El paciente Joseph gritaba: "¡Os estoy diciendo que yo soy dios!", mientras Clyde aseguraba que lo era él. Leon fue el único que no dijo nada en toda la sesión, pero cuando terminó la calificó de "tortura mental".
Lejos de comformarse con esto, los encuentros forzados se repitieron durante dos años. Al principio se esforzaban por convencer al resto de que eran unos impostores. Hubo insultos, e incluso una pelea a puñetazos.
Finalmente aprendieron a ignorar el problema y no hablaban del tema. Incluso llegaron a bromear entre ellos sobre sus otros problemas, como que uno de ellos fingía estar casado.
Pero lejos de curarlos, se reafirmaron en sus creencias.
Leon pensaba que los otros dos eran dioses menores, e incluso reencarnaciones de un famoso pirata, y un rey.
Joseph concluyó que sus rivales eran enfermos mentales: "son pacientes de un manicomio, y el hecho de que sean pacientes demuestra que están locos".
Clyde creía que los otros dos eran robots: "las máquinas que hay en ellos hablan. Saca las máquinas de ellos y no hablarán nada. No puedes matar a los que tienen máquinas dentro."
El psicólogo Milton Rokeach llegó a escribir un libro sobre el experimento, llamado Los tres Cristos de Ypsilanti que está a la venta en Amazon, en español.
En una de las reediciones, Milton Rokeach escribió una nota de disculpa, reconociendo que en realidad él era el enfermo que se había creído un dios con capacidad para manipular a las personas: "Mientras que yo había fracasado en curar a los tres Cristos de sus delirios, ellos habían logrado curar los míos: mi delirio de Dios de que podía cambiarlos arreglando y reordenando omnipotente y omniscientemente sus vidas cotidianas".
Uno de los experimentos más crueles y polémicos de la historia de la psiquiatría, que nunca debería haberse llevado a cabo.
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