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Un experto recomienda echar sal al café

Andrea Núñez-Torrón Stock

cafe negro
Depositphotos
Si eres amante del café debes conocer un peculiar truco que ha salido recientemente a la luz. Si consumes un café barato o de escasa calidad, resultará mucho más sabroso añadiéndole una pizca de sal. Lo explica el experto James Hoffman.

¿Puede una pizca de sal mejorar el sabor de tu café? Sí, según el vídeo de YouTube que compartió el especialista James Hoffman. Eso sí, con un café de calidad óptima y preparado de la forma adecuada, no es necesario.

El salado se considera uno de los cinco sabores básicos, junto con el ácido, el dulce, el amargo y el umami. Estos interactúan entre ellos, por lo que la salinidad puede amplificar la dulzura y también mitigar la amargura, según Hoffmann.

"Uno de los placeres del café es que cuando es bueno, tiene el tipo correcto de amargor, como la cerveza o el chocolate", dice Hoffmann en el video. "Un poco de amargor es muy agradable cuando se equilibra adecuadamente con el dulzor y algo de acidez. En general, es algo complejo y agradable", apunta el especialista en café en YouTube.

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Si el café es barato o ha sido incorrectamente extraído o preparado, la sal es una manera sencilla para conseguir un resultado más sabroso.  Todos tenemos diferentes umbrales de sal, según Hoffmann, por lo que añadirla al café es algo muy personal, como también lo es el azúcar o la crema. Eso sí, en el caso de la sal la cantidad debe ser muy poca. 

En su video de YouTube, Hoffman prueba la teoría de la sal en el café usando un café sobreextraído, que es café elaborado con un molido demasiado fino durante demasiado tiempo. Al probar el café sin sal, Hoffmann lo encuentra duro y no muy bueno. A continuación, deposta 0,1 gramos de sal en 200 mililitros de café, que dice que es mejor pero notablemente salado para él.

También prueba un proceso similar con un café instantáneo súper económico, del que dice que huele muy mal. Tras medir su "umbral de dolor" con una taza sin dosificar, Hoffman prueba 0,3 gramos de sal en 200 mililitros de café, para acabar añadiendo en total un poco más de 0,6 gramos. Según Hoffmann, el resultado es mágico: aunque el sabor no sea espléndido la sal mejora el amargor y la sensación del café en boca.

Pero además, el especialista brinda un truco a los bebedores de café: preparar una solución de sal con un 20% de sal de mesa y un 80% de agua en lugar de agregar una pizca de sal. De esa manera, puede realizar un seguimiento de la dosificación con más precisión y tener la taza perfecta sin pasarte de la raya.

Este artículo fue publicado en TICbeat por Andrea Núñez-Torrón Stock.

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