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El futurista proyecto para llevar pedidos a domicilio a través de un sistema de tuberías

Alberto Payo

eCapsule, furgonetas de transporte y jaulas

Lo hemos visto en algunas películas y series futuristas, pero en unos años podría convertirse en una realidad: nuestros paquetes ya no serán entregados por mensajeros, sino que llegarán a la puerta de nuestra casa mediante un sistema de tuberías neumático. ¿Podrían acabar nuestras ciudades pareciéndose a las de The Jetsons? Algo así es lo que propone una iniciativa llamada eCapsule

Hay que aclarar que la infraestructura de tubos estaría presente tanto en el punto de origen como en el de destino (suponiendo que el pedido tenga que desplazarse entre dos ciudades), sin embargo, el recorrido intermedio con los pedidos se haría camiones especiales. Por decirlo de alguna manera, nos encontraríamos con un Hyperloop de proximidad y solo para transporte de mercancías.

Lo que da nombre al sistema y su núcleo principal son las eCapsule, cápsulas reutilizables que portarían las compras que los usuarios realicen en las plataformas de ecommerce o marketplaces. Dichas cápsulas pueden transportar hasta 5 kg y un volumen de 180 cm3, son resistentes a impactos, al paso del tiempo y a las condiciones climatológicas. Se estima que su vida útil son 18 meses y luego se pueden fundir para volverse a usar.

En origen, el pedido del cliente se inserta automáticamente en cada eCapsule acompañado de un código QR para su identificación tanto en tránsito como en los almacenes. Un sistema robotizado llamado Source Bot ‘envasa’ los pedidos en las cápsulas, las cuales se pueden almacenar en conjunto en el subsuelo de los centros logísticos. 

Tras ser preparados y cerrados los envíos, a través de tuberías el sistema transporta dichas cápsulas hacia contenedores o jaulas ubicados en las zonas de carga y descarga. Cada una de ellas sería capaz de acumular más de 1.000 eCapsules. Posteriormente, las furgonetas o camiones especiales que comentábamos, capturan dichas jaulas sin intervención humana. Así, se reducen notablemente los tiempos de carga que suelen ser habituales en los muelles. 

En el lugar de destino se utiliza el mismo procedimiento neumático, pero al contrario. En cada provincia podría existir una central de carga o hub principal. En este caso, en la central de carga otro sistema robotizado llamado Destiny Bot se encarga de recibir las jaulas que sueltan los vehículos y llevar cada cápsula a su destino correspondiente por tuberías neumáticas instaladas en el subsuelo e intramuros hasta cada vivienda. En cada casa, tendrían una ‘ventanita’ por la que pueden recoger los pedidos, dejar las cápsulas e incluso hacer una devolución del envío si fuera necesario.

También sería factible que hubiera un punto de recogida en los portales (en el caso de edificios ya construidos). El sistema busca posicionarse como una alternativa para urbanizaciones, nuevos edificios residenciales u oficinas de más de 200 empleados. 

La innovación busca abaratar los costes operativos en el comercio electrónico, ya que con su uso se evitarían las entregas fallidas en las viviendas. Además, también se incidiría en el medio ambiente y el tráfico, ya que se sacarían de la circulación de las ciudades a miles de furgonetas. Para más inri, las cápsulas irían hacer desapareciendo poco a poco el uso de cartón como sistema de embalaje.

eCapsule, distintos tipos de cápsulas

Los ideólogos del proyecto

eCapsule es un proyecto creado por la agencia de marketing y publicidad digital Schrödinger Lab, en concreto, surgido de su laboratorio de ideas Quantum.TECH, que se encarga de hacer I+D de diferentes sectores y asesorar a startups externas. 

Buena parte de los que forman parte de la empresa han pasado por Google o por startups y conocen bastante el mundo de los emprendedores. Quantum va desarrollando intrastartups o proyectos que lanzan para entrar en rondas de financiación.

La idea de eCapsule surgió de casualidad en una reunión y como algo propio de la ciencia ficción, pero poco a poco fue cogiendo forma. “Parece de ciencia ficción, pero yo lo veo cada día más viable. Lo que pasa es que aún hay que convencer al sector logístico, a ayuntamientos, instituciones públicas, etc”, explica para BUSINESS INSIDER Joaquín Moguer, Chief Creative Officer y Head of Innovation en Schrodinger Lab. 

El responsable señala que la idea de crear eCapsule ha tenido mucho que ver con que algunos miembros del equipo han trabajado en la empresa de buzones inteligentes Citibox, a la que define como “una solución de última milla, pero que al final es un parche”.  

La empresa lo tiene todo atado y bien atado. eCapsule no es lo que se diga, ‘un proyecto de ciencias para el instituto’. Por ejemplo, han pensado en que las propias cápsulas puedan acumular energía según se desplazan. Uno de los modelos que han concebido, el modelo WIT, “lleva unos rodamientos minúsculos alrededor de toda la cápsula que lo que hacen es cargar una batería que llevan en el fondo. El conjunto de todas esas cápsulas dentro de la jaula que está en la furgoneta supone la propia batería de la furgoneta”, explica, remarcando que esta innovación les ofrecería una autonomía de casi 600 kilómetros. 

Moguer asegura que sus furgonetas eléctricas nunca necesitarán una batería auxiliar, porque “los vehículos que sueltan la carga, se van a llevar las cápsulas vacías que han vuelto al sistema, las cuales han generado energía por fricción dentro de su batería”. El responsable también afirma que están “intentando que el 70% de la energía que necesitarán las tuberías para su ‘vacío-no vacío’ sea energía solar. En España nos podemos permitir ese lujo”. Con este planteamiento, eCapsule se movería prácticamente en su totalidad con energías limpias. 

Un sistema que costaría menos de 400 euros por vivienda

Schrodinger Lab también ha hecho sus propios cálculos para que su sistema tenga cabida en el ámbito residencial y empresarial. “El coste de instalación por conjunto de hasta 33 edificios con un volumen de 1320 viviendas abastecidas es de unos 483.000€, ofreciendo un coste por vivienda de 365,90€”, aclara Joaquín. 

No obstante, se pretende que la comunidad de vecinos no pague nada. “La idea es que la mayor parte sea sufragada por los operadores logísticos y constructoras para nuevas edificaciones, la otra mediante subvención estatal, local o regional. Incluso europea proveniente de fondos para el desarrollo del tratado de París sobre medio ambiente”, concluye. 

El responsable creativo y de innovación de digital Schrödinger Lab revela que ya han recibido el interés de empresas como Indra o Gestamp y de algunas promotoras inmobiliarias. “Como ves, el proyecto toca última milla, proptech, Smart Cities. Es muy grande”, apostilla. "Tiene mucho mantenimiento, es un sistema complejo, hay que canalizar, pero bueno, también hace muchos años parecía impensable abrir todas las ciudades para meter fibra e igualmente se hizo", recuerda. 

Seguramente la aplicación de esta tecnología a la última milla para uso residencial tardará más tiempo, pero sí que podría tener cierta acogida por parte de fábricas o empresas que quieren desplazar sus piezas o productos de unos centros a otros. “En el sector industrial hay un buen filón para implantar este tipo de tecnología”, asegura Moguer. 

En este momento la compañía está cerrando una ronda de financiación. Quieren levantar 5 millones de euros, aunque reconocen que seguramente al principio conseguirán 500.000 euros, dinero que usarán para montar un prototipo que se instalará en un pueblo al sur de Granada. 

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