Si ya tenemos robots en casa que limpian el suelo, friegan, hacen la comida, nos ponen música, o ajustan el termostato... ¿por qué no un robot que limpie el retrete desde dentro? Si hacemos una encuesta, seguro que la mayoría prefiere barrer o fregar el suelo, antes que limpiar el inodoro.

Es algo que los fabricantes no han considerado una prioridad, pero al fin alguien se ha dignado a hacerlo realidad. Porque este sí que es un trabajo que queremos que nos quiten los robots...

Te presentamos a Giddel, el robot limpia retretes. Con sus enormes ojos y su simpática cara, casi da pena meterlo en el interior de váter... Puedes ver cómo funciona en este vídeo:

Gidder se sujeta en la tapa del inodoro, gracias a tres adaptadores diferentes que son compatibles con todo tipo de retretes.

Queda suspendido en mitad del retrete. Unos sensores implantados en el brazo extensible que contiene el cepillo le permiten medir el diámetro del hueco. Es capaz de crear un mapa 3D del inodoro, de forma similar a un robot de limpieza tipo Roomba, para limpiar con eficacia.

El cepillo limpia todos los huecos y superficies del inodoro, usando jabón que previamente hemos introducido en el robot.

Es un sistema que en teoría parece eficaz, aunque en el vídeo no vemos que frote mucho...

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Giddel está fabricado con un plástico antigérmenes. Se puede limpiar con un producto desinfectante.

Está diseñado para que el usuario no tenga que tocar casi nada. Se extrae con un asa situado en la parte superior, y se pone en marcha con un botón situado en un ojo. En el otro tiene un botón de pausa.

Cuando termina de trabajar debe guardarse en su base de recarga, para que esté listo para futuros usos.

Si te interesa, Giddel se vende en su página web a un precio de 399 dólares. No es barato, pero por el tipo de limpieza que realiza, es para pensárselo...