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Hubble encuentra la primera luna fuera del sistema solar o exoluna

Planeta Kepelr-1625b y su luna

A 8.000 años luz de la Tierra, en la constelación del Cisne, dando vueltas alrededor de una estrella muy parecida al Sol se encuentra un exoplaneta del tamaño de Jupiter y pegado a él una super luna. El telescopio espacial Hubble ha encontrado esta exoluna, la más grande encontrada hasta ahora y la primera detectada fuera del sistema solar

Esta información en realidad es una simple hipótesis que aún requiere de más observaciones para confirmar lo que la señal del telescopio ha detectado. “Una luna es una explicación excelente para los datos que tenemos. No encontramos ninguna otra hipótesis que explique estos datos” dijo en una rueda de prensa David Kipping, coautor de la investigación en la Universidad de Columbia, a principios de semana. 

David Kipping y Alex Teachey de Columbia llevan años dedicados al estudio de los 284 exoplanetas descubiertos por el telescopio Kepler. Durante la investigación detectaron una extraña señal o tránsito en el planeta denominado Kepler-1625b y que han determinado como una luna cuatro veces más grande que el diámetro de la Tierra

Descubren un nuevo planeta en los límites del Sistema Solar

La investigación va despacio y no podrá retomarse las observaciones hasta la próxima primavera al tener que esperar que el super planeta Kepler-1625b continue su órbita por delante de la estrella del sistema y la señal del telescopio pueda alcanzarle y recoger datos de la exoluna; un periodo de visibilidad que dura 19 horas en el que hay intervalos de tres horas y media en los que se ve la posible luna. 

Aunque fue el telescopio Kepler el que primero detecto la señal, ante la importancia de los hallazgos los investigadores consiguieron 40 horas de estudio con el Hubble, que cuenta con una precisión cuatro veces superior a la del Kepler. 

Calculan que la luna puede tener un tamaño parecido a Neptuno, con una composición gaseosa, sin superficie sólida y una temperatura de 80 grados centígrados; unas condiciones que harían muy difícil la vida en el astro. 

Planeta Kepler-1625b y su luna

Las mayores dudas, a las que aún no tienen repuesta los científicos, son sobre su origen. Ninguno de los mecanismos por los que se han formado las lunas del sistema solar, explican, son válidos para este astro encontrado: no puede haberse formado por el impacto de un gran astro contra el planeta Kepler-1625b, como ocurrió con la luna terrestre; tampoco puede haber sido capturado por un astro errante como en el caso de las lunas de Marte; ni siquiera por la atracción de la gravedad del planeta, la forma en que Jupiter consiguió sus grandes lunas. 

Habrá que esperar hasta el año que viene para confirmar esta hipótesis, pero mientras seguirán estudiando los sistemas estelares más cercanos en busca de pistas que revelen la posibilidad de vida fuera de la Tierra, pero sobre todo astros en los que el ser humano pueda sobrevivir y comenzar la colonización del espacio. 

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