Investigadores explican por qué nuestras mejores ideas vienen mientras nos estamos duchando

Una de las acciones regulares que hacemos en nuestra vida cotidiana es tomar una ducha, sea con agua fría o con agua caliente, unos momentos relajantes donde el agua golpea el cuerpo pero que también parece abrir una ventana en tu mente.

Seguro que alguna vez se te ha ocurrido alguna que otra buena idea mientras te estabas dando un buen baño con agua fría o con agua caliente, y parece que ahora la ciencia tiene una explicación.

Y es que algo tan sencillo como tomar una buena ducha, puede abrir nuestra mente para tener esas ideas que antes no se nos habían ocurrido y ahora uno de los últimos experimentos dirigidos por Zac Irving de la Universidad de Virginia, sugiere que tomar una tarea diferente y donde nos permita relajarnos como la ducha, es la clave.

Señala que en este entorno de ducharnos puede permitir que nuestra mente divague de forma libre sin un propósito, lo que podría darnos buenas ideas.

Para demostrar sus avances, los investigadores realizaron dos pruebas. El primer experimento a 222 participantes, en una prueba inicial donde se les dio 90 segundos para encontrar tantos usos alternativos como pudieran para un ladrillo o un clip.

Luego fueron asignados de forma aleatoria dos tareas: el primer grupo recibió instrucciones de ver una escena atractiva de tres minutos de “Cuando Harry conoció a Sally”. Mientras tanto, el segundo grupo vio un video de tres minutos de hombres doblando la ropa.

Después de acabar el experimento, los investigadores dieron a los dos grupos 45 segundos más para añadir ideas a su tarea original y calificaron la creatividad de sus respuestas.

Los investigadores descubrieron que aquellos que participaron en el vídeo de la película se asociaron de forma positiva con respuestas más creativas a diferencia de los que estaban viendo el vídeo de doblar la ropa.

Otra prueba para validar sus investigaciones

En el siguiente experimento con 118 participantes, esta vez a la mitad del grupo se les dijo específicamente que volverían a la tarea original después de visionar un vídeo mientras que a la otra mitad solo se les dio una indicación de que esto podría ocurrir.

Los resultados sugieren que “el pensamiento errante que se mueve de forma libre facilita la generación de ideas novedosas pero solo durante una actividad moderadamente interesante que imponga algunas restricciones al pensamiento”, señalan.

Para los participantes que sabían que tenían que volver a la tarea original generaron más ideas durante el aburrido vídeo pero con puntuaciones de creatividad más bajos.

Así que la próxima vez que te tomes una ducha o un baño, es probable que alcances esa idea que has estado buscando durante todos estos días.