Una inyección de células madre podría curar la osteoporosis
Un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto en colaboración con el Hospital de Ottawa en Canadá ha descubierto un remedio que podría curar la osteoporosis producida por la edad.
Esta enfermedad, que afecta a más de 200 millones de personas en todo el mundo, se caracteriza por deteriorar la estructura ósea de los pacientes. Los huesos se presentan más delgados y menos densos, lo que hace que sean extremadamente vulnerables a sufrir una fractura y que se puedan romper de una forma muy fácil.
Por el momento existen medicamentos que pueden retrasar la osteoporosis, pero aún no se ha encontrado un fármaco que pueda revertirla, de forma que actualmente no tiene cura.
El tratamiento que han desarrollado estos científicos consiste en la aplicación de una única inyección de células madre. Los científicos llegaron a esta solución porque consideran que uno de los principales motivos que provocan este tipo de osteoporosis son los bajos niveles de las células madre mesenquimales (MSC), que son las encargadas de producir diversas células para los tejidos esqueléticos.
"Pensamos que si las MSC son responsables de la osteoporosis, el trasplante de estas células puede ser capaz de prevenir o tratar la enfermedad", asegura William Stanford, director de la investigación.
Para probar su teoría, los investigadores administraron la inyección de células madre en los ensayos de laboratorio efectuados con ratones. Las células madre son progenitoras, de manera que pueden dividirse y convertirse en cualquier otro tipo de célula del cuerpo. En concreto, las MSC tienen la ventaja de que, además, se pueden trasplantar a otra persona sin necesidad de compatibilidad y no son rechazadas.
Seis meses después de aplicar la inyección, la estructura ósea comienza a sanar y a restaurarse, curando el hueso y haciendo que vuelva a estar bien y a ser funcional. Los científicos continuarán con los ensayos clínicos para probar su eficacia en las personas, y de tener éxito este estudio podría dar lugar a un nuevo paradigma en el tratamiento de la osteoporosis.
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