Ir al baño en un avión puede resultar muy peligroso, dice una investigación

Una nueva investigación arroja un dato bastante curioso sobre los inodoros de los aviones: contienen múltiples microbios que son incluso muy resistentes a los antibióticos.
Si eres de aquellos que confían en los inodoros de los aviones para hacer sus necesidades, te lo podrías pensar una segunda vez cuando viajes. Y es que según una investigación publicada en la revista Environmental Science and Technology, los científicos analizaron las aguas residuales de los inodoros de los aviones de cinco aeropuertos alemanes diferentes con un resultado bastante esclarecedor en lo que a microbios se refiere.
Estas aguas residuales probadas resultaron contener múltiples microbios diferentes y muy resistentes a los antibióticos, con muchos más microbios que las mismas aguas residuales de fábricas u hospitales que también se analizaron.
“Este estudio muestra claramente que el problema de la resistencia a los antibióticos es un hecho global, y es necesario un esfuerzo para abordar esta grave amenaza para la salud humana y animal”, señala la microbióloga Stefanie Hess de la universidad Dresden en Alemania al medio Science News.
En estas aguas residuales de los inodoros de los aviones se encontraron 187 E. coli que fueron analizados, y se concluyó que eran resistentes al menos a un antibiótico. Esto puede acabar resultando en un problema grave ya que las infecciones que pueden ser causadas por microbios resistentes a los antibióticos pueden ser difíciles de tratar y acabarían siendo mortales.
Por otra parte, el estudio arroja que el número de bacterias resistentes a los antibióticos fue alrededor del 45 al 60 % de las muestras de las instalaciones de tratamiento de residuos. De hecho la muerte por las infecciones resistentes a los antibióticos provocan todos los años en Estados Unidos una media de 35.000 fallecimientos.
Entre aquellas infecciones que pueden acabar empeorando al ser resistentes a los antibióticos figuran la faringitis estreptocócica, neumonía, la gonorrea y las enfermedades transmitidas por los alimentos. Y es que los microbios se vuelven resistentes a los antibióticos y a los tratamientos debido a pequeños cambios en su ADN y que puede acabar transfiriendo esta resistencia a otros microbios que encuentran.
El estudio concluye que las aguas residuales de los aviones deben ser gestionadas y tratadas con más cuidado por los funcionarios de salud pública.
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