Normalmente tiene que ver con un problema de salud y un consejo por parte de nuestros médicos con respecto a reducir el consumo de sal. Otras veces es porque simplemente nos hemos quedado sin ella en casa.

En cualquier caso, hay muchas formas de sustituir la sal sin sacrificar el sabor. Y es que hay una serie de opciones saludables para sustituirla que pueden ayudar a mejorarlo en tus comidas, todo ello manteniendo bajo tu consumo de sal/sodio.

¿Por qué la sal es mala? Tendemos a consumir mucho sodio al día, ya que se encuentra en cantidades especialmente altas en los alimentos envasados, congelados, enlatados y preparados. 

Todo el mundo necesita algo de sal/sodio en la dieta, en combinación con otros minerales y electrolitos, para mantener las funciones celulares, musculares y nerviosas normales. Sin embargo, su consumo excesivo puede derivar en hipertensión, ataques al corazón, disfunción eréctil, enfermedades vasculares, cálculos renales...

Es por que venimos con algunos sustitutivos saludables:

Hierbas y especias frescas 

Utilizar hierbas y especias, o mezclas caseras de condimentos sin sal, cuando cocines es una forma inteligente de potenciar el sabor de sus comidas de forma saludable.

Las mezclas caseras de condimentos sin sal que incluyen orégano, perejil, albahaca, jengibre o cúrcuma, se encuentran entre los mejores sustitutos de la sal para las personas con hipertensión, ya que tienen propiedades antiinflamatorias naturales.

Cítricos y vinagres

Los sabores ácidos, como el zumo de limón y los vinagres, especialmente cuando se combinan con una fuente de grasa saludable como el aceite de oliva, hacen que las recetas tengan más sabor sin añadir muchas calorías. 

Aportan un sabor ácido a las comidas que ayuda a equilibrar otros sabores.

Frutas y verduras en escabeche

Dependiendo de la receta, añadir productos encurtidos o en conserva aumentará el sabor y puede requerir menos sal adicional para obtener un plato equilibrado y sabroso.

Este es un buen sustituto si te encuentras sin sal, pero los ingredientes en escabeche y en conserva suelen estar muy salados, así que mucho cuidado.

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Ajo y cebollas (frescos o en polvo) 

El ajo, las cebollas y otros similares realzan el sabor de los alimentos gracias a sus enzimas y a los compuestos que contienen azufre. 

Úsalos para aromatizar platos de carne, sopas y guisos, platos de pasta, arroz, etc.

caldos y salsas hechos en casa

Puedes ayudar a aumentar tanto el contenido de nutrientes como el sabor de las comidas cocinándolas en caldos o salsas hechos en casa, como el caldo de huesos de pollo, el caldo de verduras o el caldo de pescado.

Cuando preparas caldo en casa, en lugar de utilizar un tipo de caldo enlatado o cubos de caldo, puedes controlar la cantidad de sal que quieres añadir.