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Si no sabes bailar al ritmo de la música, tranquilo, es cosa de tus genes según una investigación

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Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

Un equipo internacional de científicos, entre los que se encuentran el Instituto de Genética de Vanderbilt y 23andMe, ha demostrado en una investigación que la capacidad humana de moverse en sincronía con un ritmo musical tiene mucho que ver con el genoma.

A algunos les resulta increíblemente fácil moverse al ritmo de la música, fluir con ella y seguir el tempo que va marcando como si toda la vida lo hubiese practicado, sin embargo, tenemos otros que aun yendo a clases de baile, resulta que no es una de sus aptitudes en la vida.

Esto es algo que vemos a nuestro alrededor cualquier fin de semana que salimos a una discoteca y aparentemente parece no tener explicación. Sin embargo, la ciencia siempre busca respuestas a todo y parece que la ha encontrado, en los genes humanos.

Y es que, muchos de los genes asociados con la sincronización del ritmo están involucrados en la función del sistema nervioso central, incluidos los genes tempranos relacionados con en el desarrollo del cerebro y zonas auditivas y motoras.

"El ritmo no está influenciado por un solo gen, sino por muchos cientos de genes", explica la coautora de la investigación Reyna Gordon. "Golpear, aplaudir y bailar en sincronía con el ritmo de la música es el núcleo de nuestra musicalidad humana".

¿Cómo se llevo a cabo el proceso de investigación?

En cuanto a cómo averiguaron esto, en el proceso de investigación se cogieron datos de la empresa comercial de genética 23andMe. Más de 600.000 personas participaron en el estudio, en el que se midió el ritmo musical mediante un cuestionario autodeclarado.

Eso sí, matizar que la muestra se redujo a mayoritariamente personas europeas, aunque eso no echa por tierra los resultados. Simplemente alienta a la ciencia a continuar el proceso con una mayor y diferente muestra.

En cuanto a los ansiados resultados, el desarrollo y respuesta fue rápido y claro: no existe un único gen del "ritmo". En cambio, la capacidad de moverse en sincronía con un ritmo es un rasgo increíblemente complejo. 

Según afirma la coautora, los hallazgos de la investigación, "hicieron nuevas conexiones entre la arquitectura genética y neural del ritmo musical, mejorando así nuestra comprensión de cómo nuestros genomas sintonizan nuestros cerebros al ritmo de la música".

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Etiquetas: Música, Salud