Nueva tecnología wearable haría visitas al hospital más cómodas
Inés Pérez
Los wearables del futuro no serán tanto una adición al cuerpo como ahora, sino una parte del cuerpo.
En la búsqueda constante de hacer las cosas cada vez más pequeñas, más ligeras y más discretas, ahora estamos siendo introducidos a wearables de circuitos integrados flexibles, que se aplican directamente sobre la piel, eliminando la necesidad de ningún hardware adicional.
La idea original de Zhenqiang "Jack" Ma, profesor de ingeniería en la Universidad de Wisconsin-Madison, esta nueva tecnología es casi como un tatuaje temporal, solo que en lugar de satisfacer una finalidad estética, estos circuitos flexibles en realidad soportan la gama de frecuencias de 0,3 gigahercios a 300 gigahercios, permitiendo a los médicos y pacientes monitorear los signos vitales de forma completamente inalámbrica.
Esto no sólo significa un menor número de visitas al consultorio, sino también podría eliminar la necesidad de máquinas voluminosas y cableados complicados que pueden llegar a convertirse en una molestia para los pacientes y los profesionales de la salud por igual.
El poder de los nuevos circuitos, según los investigadores, se puede remontar a su estructura única.
Un parche flexible para monitorizar el corazón y otros signos vitales.
Como explica el Science News Journal, los circuitos integrados contienen "dos líneas de transmisión de energía ultra pequeñas entrelazadas que se colocan en las curvas S que se construyen juntos en un patrón repetitivo... Su forma de serpentina da las líneas la capacidad de estirarse sin perder su valor de rendimiento, a la vez que evitan la interferencia desde el exterior".
Si bien estos pequeños cables tienen sólo 25 micrómetros de espesor, lo que les falta en tamaño lo compensan en poder. "Hemos encontrado una manera de integrar transistores activos de alta frecuencia en un circuito útil que puede ser inalámbrico", dijo Ma. "Se trata de una plataforma. Esto abre la puerta a un montón de nuevas capacidades".
El trabajo de Ma fue apoyado por la Oficina de Investigación Científica de la Fuerza Aérea, por lo que podríamos estar frente a la nueva revolución de la salud que se utilizará para apoyar a los pilotos y otros miembros de las fuerzas armadas.
Después de todo, ¿quién no querría un wearable que ni siquiera tendría que ponerse?
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