Un equipo de científicos japoneses y australianos ha desarrollado una prueba que tiene la capacidad de diagnosticar alzhéimer mediante un análisis de sangre con una precisión y precocidad asombrosas. Lo que hace esta prueba de sangre es medir la presencia de un péptido específico en la sangre, lo que permite saber si un paciente se encuentra en las primeras etapas de la enfermedad.

Para llevar a cabo la investigación, el equipo analizó la sangre de los participantes en un gran estudio del Centro Nacional Japonés de Geriatría y Gerontología (NCGG), con el objetivo de identificar los péptidos más relevantes. Una vez que determinaron cuáles son los que indican la carga de beta amiloide en el cerebro, los compararon con las muestras de los pacientes de un estudio australiano para validar los resultados.

"Nuestro estudio demuestra la alta precisión, fiabilidad y reproductibilidad de este análisis de sangre, ya que fue validado con éxito en dos grandes conjuntos de datos independientes de Japón y Australia", afirma Katsuhiko Yanagisawa, director general del NCGG.

La prueba se lleva a cabo mediante un procedimiento muy sencillo. Los científicos solo necesitan una pequeña muestra de sangre, que analizan en el laboratorio en busca de una serie de proteínas relacionadas con la beta amiloide, un péptido conocido por su vinculación con el alzhéimer. La acumulación anormal de esta proteína en el cerebro es una de las características esenciales de la enfermedad, y el proceso se puede iniciar incluso 30 años antes de que aparezcan los síntomas externos.

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El nuevo análisis de sangre resulta mucho más sencillo y menos invasivo que las pruebas actuales, que incluyen practicar un escáner cerebral con trazadores radiactivos o analizar el líquido espinal mediante una punción lumbar. No obstante, en la mayoría de los casos el diagnóstico se lleva a cabo a través de los síntomas externos del paciente.

La gran ventaja de la nueva prueba de sangre es que permite detectar los signos de la enfermedad de una forma muy precoz, lo que hace posible iniciar un tratamiento en etapas mucho más tempranas y probar la efectividad de nuevos fármacos.