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Nuevo método para evitar que el organismo rechace los implantes

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Un conjunto de físicos de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú ha descubierto un nuevo sistema para evitar que el cuerpo rechace los implantes. 

Uno de los principales problemas a los que se exponen los pacientes que necesitan un implante es que su organismo lo rechace. Para resolver este problema de una vez por todas de manera eficaz, un conjunto de físicos de la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú ha descubierto un nuevo sistema para evitar que el cuerpo rechace los implantes. 

Lo que han hecho estos científicos ha sido encontrar una manera de utilizar las propiedades terapéuticas que se obtienen mediante el efecto magnetocalórico (EMC). El EMC es una propiedad intrínseca de todos los materiales magnéticos que se produce como consecuencia del acoplamiento de la subred magnética del sólido con un campo magnético externo.

En esencia, lo que hace este efecto es cambiar la temperatura del material magnético, que, dependiendo del compuesto, puede o bien aumentar o bien disminuir. 

El interés de los científicos en el EMC ha aumentado en las últimas décadas. Se utiliza para la producción de motores de calor y, principalmente, para los sistemas de refrigeración.

Ahora, estos físicos han descubierto una nueva aplicación del efecto magnetocalórico, pero esta vez para el ámbito de la medicina para evitar que el organismo de los pacientes rechace los implantes. 

Así son los recubrimientos para los implantes

Para conseguir este objetivo, es necesario aplicar un recubrimiento especial en las prótesis, que consta de varias capas. La primera de ellas es un material magnético, que se enfría con un campo magnético externo (denominado material magnetocalórico negativo). La segunda es una matriz de polímero que absorbe como una esponja los medicamentos para evitar el rechazo. Una vez aplicadas estas capas, se coloca el implante en el cuerpo del paciente. 

Frigorífico magnético sin gas contaminante y menor consumo energético

El polímero utilizado se comporta como una gelatina a la temperatura normal del cuerpo, que son 37 grados, por lo que guarda el fármaco en su interior. Si se produce algún problema, como infección o inflamación, con solo aplicar un campo magnético externo se puede liberar el medicamento de forma no invasiva. 

Los científicos continúan trabajando para perfeccionar este método y aplicarlo también para la administración de fármacos en otras terapias .

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Etiquetas: Salud, Médicos, prótesis