Cuidado con los batidos de proteínas: estos son los efectos secundarios que mucha gente no conoce
Los batidos de proteínas forman parte de la dieta de muchas personas. No es que sean malos en sí mismos, pero tomados en exceso o sin control, pueden provocar el efecto contrario al que se buscaba.
Por desgracia, hoy en día las dietas y el ejercicio profesional están muy influenciados por el marketing y la necesidad de vender, o las modas. Algo se convierte en tendencia y todo el mundo lo usa, pero no produce los mismos beneficios a todas las personas.
Los batidos de proteínas son uno de los complementos alimenticios más populares. Hay personas que los usan como sustitutos de una comida, para perder peso, y otros para ganar músculo tras un ejercicio intenso.
Pero tal como nos cuenta nuestra compañera Andrea Núñez-Torron Stock en Business Insider, si no se controlan pueden llegar a engordar y a consumir un exceso de calorías vacías, entre otros problemas.
Los batidos de proteínas se usan con diferentes fines. Algunos lo hacen para perder peso, tomándolos en sustitución de una comida. Los deportistas los toman después de entrenar con el objetivo de reducir el apetito, acelerar el metabolismo y conseguir más músculos.
Sin embargo, según explican en la web de nutrición Eat This, Eat That, los batidos de proteínas no son la mejor forma de conseguir estos resultados. Algunos batidos prefabricados, proteínas en polvo y bebidas proteicas pueden engordar y no servir para aumentar la masa muscular.
Muchas de estas preparaciones tienen un exceso de calorías y azúcar. Por ejemplo una porción de Gatorade Recover Chocolate Protein Shake tiene 280 calorías y 19 gramos de azúcares añadidos, más que comerte un helado.
Otro problema es que el cerebro acaba diferenciando entre las calorías líquidas (los batidos) y las sólidas que recibimos a través de la comida, y con el tiempo los batidos acaban saciando menos, y seguimos teniendo hambre.
Según un estudio de la Universidad de Purdue tomar suplementos de proteínas entre comidas hace que la mayoría de las personas tengan una dieta hipercalórica, y aumentan de peso.
Si tomas más de la que tu cuerpo precisa, se almacenan en forma de grasa. La Clinical Nutrition, aconseja no cambiar los carbohidratos por la proteína.
Otros efectos asociados a su composición es que los azúcares perjudican al corazón, y las proteínas basadas en la leche producen molestias digestivas a muchas personas.
Por si fuera poco, muchas de estas bebidas de proteínas contienen sustancias químicas. Clean Label Project analizó 134 bebidas de proteínas y encontró metales pesados como plomo, arsénico, cadmio y mercurio. También se hallaron sustancias como el bisfenol-A (BPA), usado para fabricar plástico, pesticidas y otros contaminantes cancerígenos. Una de las proteínas en polvo estudiadas contenía 25 veces el límite permitido de BPA.
La OMS recomienda consumir a diario de 0,8 a 1 gramos de proteína por cada kilo de peso para una persona adulta sana. Aquellos que realizan una actividad física muy intensa pueden subir la cantidad a 1,5 o 2 gramos.
Es más saludable consumir proteínas naturales que se encuentran en la carne, mariscos, lácteos, huevos, pescado, legumbres, granos enteros, semillas o algas.
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