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Prótesis artificiales con un rudimentario sentido del tacto

Miguel Morales

prótesis sentido del tacto

De momento, sólo se ha trabajado con una pierna artificial, pero es posible que el concepto se pueda extrapolar a otros tipos de prótesis. Recobrar el sentido del tacto permitiría a los amputados retomar el uso de su articulación con aún más normalidad. Y es que por mucho que hayan mejorado las prótesis, con nuevos movimientos y funciones, lo cierto es que hasta ahora nada ha podido recrear nada parecido al sentido del tacto

O al menos, no se ha podido hasta ahora. Tras una presentación en Viena, sus creadores han demostrado que los miembros prostáticos podrían permitir a sus usuarios notal algo parecido al sentido del tacto. El miembro estaría montado en un eje articulado cubierto de sensores. Dichos sensores generan una serie de estímulos nerviosos que viajan desde la pierna hasta las mismísimas terminaciones nerviosas del usuario. 

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De momento han montado únicamente seis sensores en el pie del dispositivo. Pueren parecer pocos, pero lo cierto es que combinados son capaces de enviar señales tremendamente complejas a las extremidades. Y con eso no sólo se consigue restaurarel sentido del tacto: podría ser el fin del dolor del miembro fantasma. 

El dolor del miembro fantasma es una dolencia común en los amputados, que notan la extremidad que les falta como si aún la tuviesen, en parte porque los músculos cercanos siguen contraídos, y al estar ausente el miembro, el cerebro nunca termina de relajarlo. Pongamos un ejemplo: apretad el puño todo lo que podáis. Probablemente notéis algo de tensión en los músculos del brazo. ¿Cuánto tiempo podéis seguir así? Puede que horas, días si sois unos valientes... pero imaginad tener los brazos del músculo tensos... durante años. 

Los creadores de las prótesis con sentido del tacto esperan que las sensaciones que su invento envía a las terminaciones nerviosas de su cerebro sean suficientes para engañar al cerebro y permitirle relajar, aunque sea en cierta medida, las sensaciones que vienen del miembro fantasma. 

La parte mala de todo el aspecto es el precio: cuesta entre 12.000 y 30.000 dólares sólo fabricar la prótesis. Los componentes son tremendamente sofisticados, así como las herramientas necesarias. Esperemos que la fabricación en masa baje significativamente el precio, pero no hay forma de estar seguros. 

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