Psicocirujanos usan láseres para curar enfermedades mentales
Miguel Morales
¿Qué diablos es un psicocirujano? Pues está muy claro: alguien que practica la psicocirugía. También llamada la neurocirugía de los desórdenes mentales, la psicocirugia es una de las disciplicas más comprometidas de la medicina moderna. Consiste en tratar los desórdenes mentales con una cirugía cerebral increíblemente precisa.
Para los que nos leéis siendo más de Computer que de Hoy: es como tratar de arreglar el Software haciendo cambios en el Hardware. Aunque podría funcionar sobre el papel, muchos expertos consideran que la opción qurúrgica para el tratamiento de trastornos mentales es, poco más o menos, matar moscas a cañonazos.
Con el objetivo de hacer el cañón más preciso e inocuo para la pared en la que se apoyan las moscas, los psicocirujanos perfeccionan cada día las distintas técnicas de operación. Una última tendencia propone sustituir el escalpelo por un haz láser concentrado para ayudar, concretamente, a los enfermos de trastornos obsesivos compulsivos.
En este tipo de operación, según los expertos de la Universidad de Colombia, implicaría atacar a una parte muy concreta del cerebro, concretamente a una intersección entre la parte cognitiva y la emocional. Dicha parte se encargaría de dirigir la energía cerebral a determinados procesos. En el caso de una persona con TOC, esos procesos serían los rituales y manías.
Por eso, los psicocirujanos se proponen acceder a esa zona del cerebro para modificarla, dejando un hueco del tamaño aproximado de media cucharadita de café donde antes había un tejido cerebral que no estaba cumpliendo bien su función.
Obviamente, y según admiten los propios psicocirujanos, este tipo de opción sólo debería ofrecerse a los pacientes de TOC que no respondan a ningún otro tipo de tratamiento, y que se encuentren en situaciones extremas. Al fin y al cabo, estamos hablando de apuntar un láser al cerebro de alguien.
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