Recuperan trozos de la calavera más antigua de América, en el museo incendiado de Brasil

Un rayo de luz, en la tupida oscuridad. Luzia, la calavera de 12.000 años que pertenece al más antiguo poblador de América descubierto, ha sido recuperada parcialmente de las cenizas del incendio del Museo Nacional de Brasil. 

El pasado mes de septiembre el Museo Nacional de Brasil, uno de los más importantes del mundo (con el doble de piezas que el Museo Británico), ardió hasta los cimientos durante 9 horas, destruyendo 20 millones de piezas únicas, que se han perdido para siempre: animales disecados ya extinguidos, momias de los primeros habitantes de América, frescos de Pompeya, momias egipcias, arte precolombino, millones de mariposas disecadas y otros insectos, grabaciones de audio de idiomas ya extinguidos... Una tragedia para toda la Humanidad.

Una de las joyas de la colección era la calavera Luzia, la más antigua jamás descubierta en América. Perteneció a una de las primeras pobladoras del continente, hace 12.000 años, ya que se estima que los primeros humanos no colonizaron América hasta esa fecha. Aquí puedes ver una foto de antes del incendio:

El 90% de los más de 20 millones de piezas se han perdido para siempre en el incendio del Museo Nacional de Brasil. Pero milagrosamente, los investigadores han anunciado que entre las cenizas del museo han hallado el 80% de la calavera de Luzia, así como el fémur.

Teniendo en cuenta que en el interior del museo se alcanzaron temperaturas de 1000 grados centígrados... ¿cómo es posible que la calavera  Luzia haya sobrevivido? Los huesos tendrían que haberse desintegrado.

Hay una explicación. La calavera que había expuesta en el museo era una réplica creada a partir de una reconstrucción de la Universidad de Manchester. La calavera original se guardaba en una urna de metal en un armario, que ha protegido casi toda la calavera de las llamas y las altas temperaturas del incendio.

Curiosidades y secretos del calendario

Una gran noticia que aún así no oculta la tremenda tragedia que supone la pérdida de 20 millones de obras de arte, momias, y animales y plantas extinguidos:

Los brasileños están indignados porque el museo no tenía seguro, y las medidas antiincendio estaban anticuadas. Los responsables del museo llevaban años pidiendo presupuesto para una modernización, dinero que nunca llegó. El precio a pagar es una pérdida incalculable para toda la Humanidad.