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Los satélites del futuro: más pequeños que un folio y capaces de acoplarse como piezas de Lego

Satelites modulares HISat "satlets" de NovaWurks
NovaWurks

Desarrollar satélites y llevarlos al espacio sigue siendo una tarea difícil pese a los grandes avances que hemos vivido en la última década en lo que a tecnología espacial se refiere. Su gran tamaño sumado a la complejidad de los instrumentos que necesitan para desarrollar todas sus funciones tienden a hacer que cualquier proyecto para poner un satélite en órbita tarde años en llevarse a cabo.

Precisamente por esto, varias compañías han estado trabajando en crear satélites mucho más sencillos aunque igualmente funcionales, y uno de los proyectos más prometedores ya está en funcionamiento. Se trata de los HISat de NovaWurks, un conjunto de satélites más pequeños que un folio, que miden apenas unos centímetros de grosor. Esto en inglés les ha hecho ganarse el nombre de “satlets”, que casi podría traducirse como “satelitillos”.

Pero aunque sus pequeñas dimensiones son algo reseñable, lo que los hace aún más llamativos es que los satlets pueden unirse entre ellos, como si de piezas de Lego se tratase, y compartir instrumentos y recursos como la batería. Aunque son totalmente funcionales de modo individual, están diseñados para trabajar en grupo y aumentar así su funcionalidad.

Los satlets llegaron al espacio el año pasado dentro de otro satélite, el Excite, y son básicamente un prototipo de satélites modulares que de momento han dado buen resultado. Tras el lanzamiento del Excite hubo algunos problemas, ya que no pudo comunicarse con varios de los instrumentos que llevaba en su interior e iban conectados a los satlets. Esto a su vez impidió que se pudiera contactar con esos dispositivos desde la Tierra.

Pero el error de software que causó fallos en los sistemas de comunicación es del propio Excite y no de los satlets, por lo que quienes colaboraron en los proyectos involucrados creen que a rasgos generales se ha cumplido con lo que esperaban de los HISat, especialmente considerando que siguen siendo un proyecto en desarrollo. 

De hecho, los resultados son tan esperanzadores que tanto la NASA como la Fuerza Aérea de los Estados Unidos tienen varios contratos y proyectos centrados en desarrollar más satélites modulares. 

Además los satlets están llenos de ventajas. Su diseño y tamaño hacen posible producirlos en masa, lo cual los hace mucho más baratos, sencillos y rápidos de construir. Se les puede acoplar prácticamente cualquier dispositivo, por lo que pueden formar parte de proyectos muy variados en vez de que cada nuevo proyecto requiera un satélite de características concretas. 

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Se espera que puedan incluso encargarse de proyectos que pongan en órbita grandes telescopios o antenas, ya que si bien un solo satlet no podría operar estos instrumentos, sí sería posible teniendo varios satlets unidos

Y lo más curioso es que son prácticamente autosuficientes: si un satlet tiene algún problema de software o hardware, otros se le unen para compartir recursos y evitar así que un fallo simple lleve a toda una misión al fracaso. Pueden incluso compartir batería en caso de necesitarlo, lo cual los hace auténticamente versátiles. 

No es la primera vez que se plantea la posibilidad de crear satélites modulares. En 2012 la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa (DARPA), perteneciente al Departamento de Defensa de EEUU, presentó el proyecto Phoenix. Entre los objetivos se incluía la idea de crear satélites pequeños que se unieran para formar uno mayor, y utilizar satélites con acoplamientos robóticos para desmontar satélites desactivados y reutilizar sus piezas. 

Ahora NovaWurks es la encargada de desarrollar esos satélites modulares para el proyecto Phoenix. Se espera que en un futuro no muy lejano los satlets ayuden no solo en misiones científicas o como satélites de comunicación, sino que además puedan ayudar a reutilizar partes de los satélites inactivos que siguen en órbita, haciendo el proyecto más sostenible y ayudando en el proceso a reducir la basura espacial. 

Satelites modulares HISat "satlets" de NovaWurks, proyecto Phoenix
NovaWurks

De momento ya se ha confirmado que los satlets de NovaWurks serán los encargados de poner en funcionamiento el proyecto Athena, un esfuerzo colaborativo entre la NASA y otras agencias para medir la energía solar que la Tierra refleja y absorbe, como parte de un estudio sobre el cambio climático.

Gracias a la versatilidad de los satlets, los científicos del proyecto Athena podrán dejar de lado la tarea de desarrollar un satélite propio y centrarse en crear el telescopio necesario para la misión, lo cual permitiría que el proyecto se llevase a cabo mucho más rápido. Esto podría reducir en años el tiempo que tiene que dedicarse a la construcción y puesta en órbita de un solo proyecto, por lo que podrían realizarse estudios científicos de modo más eficiente. 

Desde luego los satlets plantean posibilidades interesantes, y podrían permitir que no solo las grandes agencias tuvieran acceso al espacio. Si el proyecto avanza sin demasiados sobresaltos, quizá en no muchos años podamos ver una red de satélites mucho más inteligente y modernizada.

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