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SpaceX pondrá rumbo a la Luna en la arriesgada primera misión privada de la historia

SpaceIL
SpaceX ayudará a SpaceIL, un equipo israelí, a llevar una sonda a la Luna. Será el primer país que no es una de las grandes potencias en la exploración espacial que pone un ‘’pie’’ en la Luna, aunque no lo van a tener nada fácil.

Se acerca lo que podría ser un nuevo gran paso en la historia de la humanidad. La luna es el objeto de deseo de las agencias espaciales de diferentes países, y ahora SpaceX prepara la primera misión privada a la Luna. El Falcon 9 llevará una sonda israelí que pretende aterrizar en la Luna, aunque no será sencillo.

Hace unos años, Google lanzó la competición X Prize, una ‘’carrera espacial privada de bajo nivel’’ que contaba con un premio de 20 millones de dólares para construir sondas que pudieran llegar a la Luna. La competición fue reñida, pero tras incumplimiento de fechas y sin un proyecto en firme viable, Google canceló el programa.

De entre todas las compañías que se animaron a competir en el X Prize, la Israelí SpaceIL fue de las finalistas, y aunque ya no van a tener a Google detrás, sí van a contar con el apoyo de otro importante socio, SpaceX, un jugador más en el renovado interés por nuestro satélite.

SpaceIL montará una sonda llamada Beresheet, que sería algo como ‘’Génesis’’ en hebreo, en el impresionante Falcon 9 que partirá este jueves de Cabo Cañaveral. No es la única ‘’mercancía’’ que llevará el cohete de Elon Musk, pero sí significará que SpaceX será una importante parte de la ecuación en la carrera espacial privada.

Y es que, será la primera misión privada a la Luna, pero no va a ser fácil que la Beresheet llegue a su destino. La sonda pesa unos 585 kg, pero gran parte de la masa es combustible, y el plan es que poco después del lanzamiento del cohete, la sonda se separe del Falcon 9 y empiece a orbital la Tierra.

El objetivo es ir ganando velocidad y altitud poco a poco, y cuando esté en el punto justo, el equipo en Tierra ajustará la dirección de la sonda para intentar que el minúsculo campo gravitatorio de la Luna la atrape.

Los cohetes impresos en 3D son la clave para la exploración espacial

Como decimos, no va a ser fácil que Israel llegue a la Luna con esta sonda, y tampoco será demasiado útil a nivel científico, ya que no cuenta con una carga de sensores demasiado elevada, pero sí hará historia como una sonda muy barata (de menos de 100 millones de dólares) que llega a la Luna sin ser de uno de los tres países que ya han estado ahí.

Y sí, la NASA va a echar una mano en la comunicación entre la Tierra y el equipo de la Génesis y la propia sonda.

Claro está, si llega.

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