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Por qué sube la luz y cómo funciona el sistema que fija los precios

Factura de la luz

Getty

En pleno verano lo que muchos ciudadanos se pregunta, con desesperación, es por qué la luz sube y sube sin parar. Hoy te explicamos a qué factores se debe el encarecimiento de la luz y cómo funciona el sistema que fija los precios.

Si has visto como tu factura de la luz crece y crece con los meses. Y que no puedes hacer nada para disminuirla, hoy te vamos a revelar los secretos de por qué la luz no deja de encarecerse.

Como el tema es complejo, la luz se apoya en varias patas para establecer el precio que luego, los ciudadanos, pagamos cada mes o cada dos meses (dependiendo de como tengáis vosotros el contrato).

La información la hemos extraído de páginas especializadas en gasto energético, ya que son ellas quienes más saben de un tema que es complicado y lleno de variables. Pero más de una seguro que la podéis intuir.

Nueva factura de la luz junio 2021

Coste de las materias primas, como el gas: el aumento en el precio del gas natural, que es uno de los combustibles fósiles más usados para generar energía, hace que también suba el precio de la luz.

Esto es así porque las centrales generadoras tienen unos mayores costes a la hora de producir electricidad, costes que luego repercuten en el precio de esa electricidad en el mercado mayorista y que acabamos pagando nosotros.

En los últimos meses, la guerra de Rusia y Ucrania ha dejado precios desorbitados del gas. En el mercado español, el Mibgas ha llegado a  registrar precios por encima de los 360 euros. Estos repuntes coincidieron con los últimos récords del precio de la luz, registrados en marzo.

Factura eléctrica

Coste de las emisiones por CO2: es lo que pagan las centrales eléctricas de gas y carbón para poder contaminar. Al subir su precio, las generadoras tienen que hacer frente a más gastos para poder producir energía, precio que pagamos los consumidores.

Las emisiones de CO₂, al igual que el precio del gas, han estado marcando récords en los últimos meses. En febrero de este año, se han alcanzado los 90 euros por tonelada, y la media de 2022 se sitúa en los 82 euros. Esto es, en principio, para frenar el cambio climático.

Hay una cosa que casi nadie hace con la lavadora, pero es vital para que no produzca olores

El peso de las renovables en el precio final: la contribución de las energías renovables –que son las más baratas- para producir electricidad suele ser menor que la de los combustibles fósiles. Pese a que en España supone el 50 % de nuestra energía.

Esto se debe al funcionamiento del mercado regulado de la luz: como estas ofertas son las primeras en entrar en el sistema de fijación de precios, no tienen mucha presencia a la hora de determinar el precio final.

La ausencia de lluvia o de viento hace que las comercializadoras que usan este tipo de energía puedan hacer frente a menos demanda, por lo que su peso a la hora de fijar el precio será menor.

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