Es probable que nada de lo que te digamos haga que dejes el café. En ocasiones anteriores hemos publicado algunas noticias sobre los problemas que puede ocasionar, pero en general se considera que es una bebida recomendable, sobre todo si no se acompaña con azúcar. Uno de los últimos estudios al respecto así lo confirma. 

En la Universidad McMaster, situada en Canadá, han investigado qué hay de cierto en la capacidad de la cafeína para prevenir enfermedades cardiovasculares, así como otros beneficios que puede aportar más allá de sus ventajas prácticas, como a antes de hacer ejercicio.

Según han detectado, el café ayuda al hígado a eliminar el colesterol malo del torrente sanguíneo y es un plus en la protección contra las enfermedades cardiovasculares.

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Los investigadores han constatado que el consumo de café está muy relacionado con los niveles de una proteína llamada PCSK9. Esta es muy importante en la regulación del metabolismo del colesterol al ayudar a descomponer el calificado como malo, el que puede bloquear las arterias y provocar enfermedades.

En New Atlas recogen lo dicho por Richard Austin, autor principal del estudio: "la cafeína y sus derivados pueden mitigar los niveles de PCSK9 en la sangre y, por lo tanto, reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular”.

Además, su alcance va más allá de lo esperado al ayudar también a combatir la diabetes y la enfermedad del hígado graso.

Como es obvio, no se obtiene tales resultados si se bebe el café con azúcar o si se toma en grandes cantidades, aunque no está claro cuánto es exactamente lo idóneo. 

Lo que sí se sabe es que el consumo de café es beneficioso en general, siempre que se tome en una medida adecuada y salvando algunas situaciones personales que no lo hacen aconsejable.