Si sientes que el cansancio te vence últimamente y la rutina se hace aún más agotadora, no solo es por tu modo de vida, el calor también influye a distintos niveles y llega a provocar una continua sensación de somnolencia.

Estamos viviendo un periodo de altas temperaturas y las consecuencias no solo se ven en incendios, sequías y otros efectos habituales del cambio climático, también se encuentran en una continua sensación de fatiga y somnolencia en las personas. Aunque las causas son varias, todo se puede resumir en que el cuerpo lucha por estar frío.

Según informan en El Español, los expertos confirman que el "organismo humano trabaja sin descanso para mantener una temperatura corporal homogénea y constante para que todos los procesos corporales se lleven a cabo sin problemas". Y esto tiene un precio.

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La lucha de nuestro organismo se lleva a muchos niveles para enfriar la sangre caliente, liberar el calor y mantener una regularidad lo más ajena posible al entorno. Todo esto provoca un ritmo cardiaco acelerado y aumento de la tasa metabólica. En definitiva, un mayor rendimiento al cuerpo.

Los efectos son evidentes: cansancio, somnolencia y malas sensaciones que acompañan durante todo el día a las personas y cuyas consecuencias suelen agravarse en caso de que se mantengan durante días estas altas temperaturas.

Las soluciones ya las conocemos, tanto en nuestra rutina para refrescarnos como en los hábitos para impedir en lo posible el cambio climático. Comprender hasta qué punto afecta a nuestros cuerpos todo esto es de vital importancia para asumir que hay aspectos a cambiar.