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Las vacunas no se están poniendo en el sitio adecuado, según un estudio

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Científicos han llevado a cabo una investigación que revela que muchas vacunas se están administrando mal y que la inyección intramuscular no es eficaz. 

Habitualmente, buena parte de las vacunas se administran a través de una inyección intramuscular, pero los científicos han descubierto que no se trata de la mejor vía para hacerlo. Así lo revela una nueva investigación que ha llevado a cabo un equipo de la Universidad de Yale, de IMED Biotech Unit de Astra-Zeneca y de The Jackson Laboratory.

De acuerdo con los resultados del estudio, en la vacunación es de vital importancia la existencia de una cierta población de células dendríticas, ya que esto permite que se desencadene el sistema inmune adaptativo del cuerpo. Según sus conclusiones, la vía intramuscular no es la más indicada para conseguirlo. 

Las células dendríticas son un tipo de células del sistema inmunológico cuya función principal consiste en procesar el material antígeno, que es un patógeno como una bacteria o un virus. Una vez identificado, tienen la misión de transportarlo para devolverlo a la superficie y presentarlo a las células especializadas de inmunidad adaptativa, que son los linfocitos T foliculares auxiliares (Tfh), que a su vez estimulan a las células B, que son las que producen anticuerpos específicos para que detener la amenaza.

La función de una vacuna no es otra que la de simular una infección para que el sistema inmune se entrene en cómo combatirla. Por lo tanto, para reproducir el proceso que acabamos de explicar de manera artificial de la forma más efectiva posible, lo ideal es administrar el antígeno (que es totalmente inocuo para garantizar la seguridad del paciente) lo más próximo posible a una zona con una población considerable de células dendríticas, que son las que desencadenarán la inmunidad adaptativa.

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No obstante, no todas las células dendríticas son iguales y su distribución por el organismo no es homogénea. En su estudio con ratones de laboratorio, los científicos evaluaron una célula concreta llamada cDC2, que suministran los antígenos que inhalamos a los nódulos linfáticos que drenan los pulmones, donde inducen una potente respuesta de los Tfh.

Los resultados de la investigación revelan que las cDC2 son muy necesarias para que las vacunas tengan efecto, y el método convencional de vacunación por inyección intramuscular suministra el antígeno a lugares donde estas células son relativamente escasas. "Con base en datos epidemiológicos más antiguos y un repertorio similar de cDC2 en la capa superficial de la piel, las inyecciones intradérmicas pueden ser mucho más eficientes en la producción de anticuerpos", explica The Jackson Laboratory en un comunicado.

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Etiquetas: estudios, Salud