Microsoft dice adiós a Windows 7, el 10 de enero de 2022 dejará de tener actualizaciones de seguridad
El sistema operativo más querido entre los fans de Microsoft dirá adiós dentro de poco, ya que la compañía de Bill Gates está a punto de cortarle el grifo de las actualizaciones.
Como es bien sabido, Windows 7 ya no recibe actualizaciones de seguridad desde hace muchos años, puesto que el sistema operativo ya ha llegado al final del soporte, pero Microsoft ha seguido lanzando parches de seguridad críticos como parte del programa de actualización de seguridad ampliada (ESU).
Estas actualizaciones, que sólo están disponibles para las empresas que siguen utilizando Windows 7 en sus dispositivos y, por tanto, no se envían a los usuarios domésticos, sólo pueden ser instaladas por los clientes de pago como parte de una cuota que va aumentando gradualmente.
La cuestión es que Windows 7 está a punto de entrar en el tercer y último año del programa ESU, y Microsoft ya ha dicho que abandonará a a principios de 2023 el sistema operativo de forma definitiva.
La compañía ha anunciado que el 10 de enero de 2023, Windows 7 dejará de funcionar para siempre, por lo que los dispositivos que aún ejecuten el sistema operativo tendrán que actualizarse para seguir recibiendo actualizaciones.
Para Windows 7 SP1 y Windows 7 Professional for Embedded Systems, el Programa de Actualización de Seguridad Extendida (ESU) entrará en su tercer y último año de soporte extendido a partir del 8 de febrero de 2022 y terminará el 10 de enero de 2023, ha explicado Microsoft.
Actualizar a Windows 10 o Windows 11, la única opción ahora mismo para todos esos ordenadores que estaban resistiendo en Windows 7.
Por otro lado, la compañía ha revelado que Windows Server 200 SP2 tendrá un año más de soporte, por lo que las actualizaciones se seguirán entregando a través del programa ESU hasta enero de 2024.
La actualización a una versión más reciente de Windows se está convirtiendo poco a poco en la única opción, aunque en muchos dispositivos, pasar a Windows 10 o Windows 11 también implica costosas inversiones en hardware, de ahí que muchas empresas estén retrasando ese momento.
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