BMW es una marca histórica del mundo de mayor, con un legado tal que ha dejado para la posteridad una larga lista de modelos icónicos.

Hoy nos proponemos la difícil tarea de señalar 5 coches que marcaron la historia de BMW. ¿Echas en falta alguno?

BMW Isetta

Los nacidos a finales de los 80 lo conocerán por ser el coche de Steve Urkel en ‘Cosas de casa’, pero lo cierto es que este simpático vehículo tuvo un peso importante en la historia de BMW.

No fue un diseño original de la marca, que tomó el modelo de Ios y lo produjo en masa para comercializar más de 135.000 unidades. Empleaba un pequeño motor de 13 CV y gracias a sus reducidas dimensiones, peculiar diseño y formato de puerta se convirtió en un icono.

BMW 507

Uno de los BMW más valorados a día de hoy, algo que tiene que ver con su atemporal diseño pero, sobre todo, con los escaso que es: solo se fabricaron 252 unidades del BMW 507 entre 1956 y 1960.

El clásico descapotable empleaba un motor 3.2 V8 de 150 CV que se asociaba a una caja de cambios de cuatro marchas.

BMW 2002 Turbo

El 2002 a secas ya es un modelo reseñable, pero es imposible no quedarse con el BMW 2002 Turbo, su versión tope de gama. Le daba un toque más deportivo a la imagen tradicional de la variante base, con paragolpes específicos, pasos de rueda ensanchados y un alerón trasero.

Además, su motor 2.0 de 170 CV le convirtió en el primer coche europeo con bloque sobrealimentado. En menos de siete segundos alcanzaba 100 km/h desde parado.

BMW M1

Su legado es tan grande que el BMW Serie 1 más deportivo tuvo que alterar la nomenclatura habitual y llamarse 1M para respetar a este clásico, que fue el que inauguró la dinastía.

Su diseño sigue siendo espectacular a día de hoy, tiene un motor 3.5 de seis cilindros de 273 y su producción fue de poco más de 450 unidades. El objeto de deseo de todo amante de la firma bávara.

BMW M3 E46

Entrar a discutir cuál es la mejor generación del BMW Serie 3 es un ‘fregao’ importante, así que solo diremos que el E46 tiene bastante papeletas.

Y parte de la culpa de ello la tiene su variante M3, espectacular tanto en rendimiento como en imagen, y que además derivó en el M3 CSL, una bestia todavía más afinada que se iba hasta los 340 CV de potencia.

Este artículo fue publicado en Autobild por Mario Herráez.