El coche autónomo pisa el acelerador en época de distanciamiento social
Una de las desventajas que siempre se le atribuía a tecnologías como la robótica era la falta de contacto humano, sin embargo, en tiempos del coronavirus, se ha convertido en un beneficio. Los robots así como los coches autónomos han visto aumentar su demanda en 2020.
Mientras las personas se quedan recluidas en sus casas manteniendo el contacto únicamente por videollamada, las calles y hospitales han visto crecer el número de robots y coches autónomos, principalmente en China. El gigante de Asia ha apostado por la tecnología como arma contra la pandemia: cámaras de temperatura, aplicaciones de rastreo, vehículos de transporte autónomos y sensores para controlar las cuarentenas obligatorias han sido algunos de sus grandes aliados. Entre ellos, el coche autónomo ha ganado muchos puntos.
Las compañías Apollo y Neolix han desplegado en este país vehículos no tripulados para llevar mercancías a los hospitales, mientras otros se encargaban de circular por todas las carreteras y calles de Shanghai desinfectándolas. Las mini furgonetas de estas compañías pueden cargar hasta 160 litros de desinfectante y han estado limpiando hasta tres veces al día.
Con la tecnología se pretende reducir el número de trabajadores esenciales que estaban en la calle durante a cuarentena. Desde repartidores, hasta personal de limpieza e, incluso, seguridad. La compañía puede programar estos vehículos para que patrullen las calles en busca de infractores que se salten las normas de seguridad, como el distanciamiento social, el toque de queda o si llevan mascarilla. Todos estos servicios han sido gratuitos para aquellas empresas que se dedicaban a luchar contra el virus.
Otra empresa que también ha aportado su tecnología en este periodo ha sido Baidu, cuya flota de coches ha realizado tareas similares. La idea de impulsar esta tecnología como solución a la cuarentena, ha sido bien acogida hasta por el Gobierno de China que ha ofrecido ayudas de hasta el 60% del precio para las compañías que se hagan con vehículos de este tipo.
El nivel de autonomía de las furgonetas de Neolix es del 4, es decir, que son prácticamente autónomas en todas las circunstancias. Además, al estar las carretera libres de vehículos y al no haber peatones por las calles, han tenido el recorrido libre de obstáculos, facilitándoles el trabajo.
Los últimos rebrotes sugieren que la amenaza de contagios permanecerá más tiempo, lo que sugiere que estas medidas preventivas para evitar el contacto entre personas se va a extender en el tiempo. Puede que cuando todo termine y el virus esté controlado, estas tecnologías ya formen parte del día a día en muchas ciudades.
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Descubre más sobre Marta Sanz Romero, autor/a de este artículo.
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