Dagen H: El día que la DGT de Suecia cambió el sentido del tráfico de izquierda a derecha
Un evento histórico en el mundo de la automoción sucedió en Suecia en 1967. Por decisión del parlamento, se iba a dejar de conducir por la izquierda y se comenzaría a hacer por el carril derecho, lo que llevó a un parón en todas las carreteras del país.
¿Os imagináis que un día el gobierno dijera que vamos a empezar a conducir por el carril contrario? Pues esto fue lo que sucedió en Suecia en 1967 y la decisión trajo cola.
Antes de nada, un poco de historia. En 1955 se planteó el cambio de carril en Suecia, pero se hizo un referéndum en el que, por una mayoría del 83%, la población se negó a dicho cambio.
Los suecos querían seguir conduciendo por la izquierda y aguantaron una década más en esas condiciones, aunque con el paso de los años se convirtió en una opción inviable y en 1963 se votó a favor del cambio de carril.
Todos los países vecinos circulaban por el carril derecho y los vehículos que se podían adquirir en Suecia tenían el volante a la izquierda. Esto creaba situaciones peligrosas y numerosos accidentes, con lo que se tuvo que llevar a cabo el cambio.
Esta decisión traía muchas modificaciones. Hubo que darle la vuelta a los diseños de todas las señales de tráfico del país, repintar líneas en las carreteras, mover paradas de autobuses e incluso modificar autobuses.
Se creó una señal concreta para el día del cambio, el 3 de septiembre de 1967. Esa jornada, a las 4:50 a.m. los conductores tenían orden de hacer un alto en el camino y cambiar cuidadosamente de carril.
La gente salía a la calle y a los balcones para ver el espectáculo mientras los dueños de vehículos tenían que realizar la maniobra con cuidado. En la radio nacional se hizo un comunicado a las 5:00 a.m., diez minutos después de la hora señalada, que establecía que Suecia había realizado el cambio al carril derecho.
No hubo muchos accidentes, debido a que se hizo con bastante cuidado y previsión. Aunque en la prensa se dijo que el cambio había sido el atasco más breve y lioso que nunca se había visto.
En los siguientes dos años el número de accidentes se redujo considerablemente. Esto se debía a que los conductores iban con mucha precaución. Posteriormente, los siniestros aumentaron para equipararse a los países vecinos.
Ellos pudieron actuar con cierta tranquilidad y lo hicieron bien. Hoy en día, un cambio de esta magnitud habría sido mucho más peligroso y complejo. De momento somos felices conduciendo por el carril derecho y siendo lo más precavidos que podemos.
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