La DGT usa también motos camufladas para cazar infracciones de tráfico, así son
Sofía Pacheco
La Dirección General de Tráfico no solo vigila a través de los radares, los coches patrulla y los helicópteros. Si no que también tienen en sus filas motos camufladas que buscan pillar con las manos en la masa a los infractores.
En cuanto llega el verano los motoristas salen a hacer sus rutas de fin de semana. Hace buen tiempo, la carretera está bien seca, la visibilidad es perfecta. Sin duda es el momento de disfrutar de unas buenas rutas de montaña. Así debes actuar ante una avería en moto.
El problema es que, a veces, esas rutas conllevan adelantamientos ilegales, velocidades prohibidas y riesgos constantes. Por algo las motos acumulan gran parte de los accidentes de tráfico, pese a ser un vehículo menos usado que el coche.
Para vigilar que los motociclistas conducen como es debido, en la DGT están llevando a cabo un práctica bastante novedosa: agentes de tráfico vestidos de paisano conduciendo motos de calle. Vamos a explicarlo.
Como os decíamos, en la Dirección General de Tráfico han diseñado un plan de seguridad vial que tiene como objetivo vigilar a los motoristas, especialmente los sábados y domingos, cuando más suben los accidentes de tráfico donde las motos están involucradas.
Una de las estrategias que emplean los agentes de la Guardia Civil de Tráfico para detectar las conductas imprudentes de los motoristas consiste en vigilar su comportamiento con motos camufladas. De esta forma, el motorista no sospecha del agente.
De momento este método ya ha sido detectado en carreteras de Galicia, concretamente en la provincia de Pontevedra, avisan en La Vanguardia. Esto significa que podría repetirse en otros lugares de España.
La Guardia Civil de Pontevedra cuenta con dos motos de gran cilindrada para vigilar el comportamiento de los motoristas. Y ni los vehículos ni los agentes, que visten de paisano, tienen elementos que los identifique con el cuerpo policial.
De este modo consiguen pasar desapercibidos y pueden seguir de cerca a los motoristas que controlan. Cuando detectan una infracción, los agentes adelantan al motorista y le hacen indicaciones para que se detenga en el arcén.
En ese momento es cuando cae la multa para el conductor imprudente. El objetivo es que los motoristas lleven cuidado en la carretera, haya o no agentes al acecho. Su idea es que si siembran la sospecha de todo el mundo puede ser un agente de tráfico, los motoristas siempre irán con cuidado.
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