Elon Musk anuncia el mayor cambio en la conducción autónoma hasta la fecha: así te afectará
Reuters.
Tesla es conocida por sus coches eléctricos y por su tecnología de conducción autónoma. Estos son los dos caballos de Troya que ha utilizado Elon Musk para hacerse un hueco en un mercado centenario y lleno de gigantes.
Elon Musk tiene con Tesla su gran apuesta automovilística. Si bien no es su único negocio, ya que SpaceX también está por ahí, junto a Starlink, Tesla es la empresa que quiere revolucionar un sector que da miles de millones de euros al año.
La gran baza de Tesla, más allá de sus diseños, su exclusividad y sus buenos motores eléctricos, es el software de conducción autónoma que algunos de sus vehículos disfrutan. Llamada Full Self-Driving, esta tecnología es una beta que solo unos pocos clientes podían disfrutar... hasta ahora.
Y es que el fabricante de automóviles ha puesto esta tecnología a disposición de un número cada vez mayor de conductores, pasando de ser una beta superexclusiva a un servicio -casi- bajo demandan (hay que pagarlo aparte, no viene de serie con el coche).
Como parte del las conferencias de Tesla en el que se hablaba de las finanzas del tercer trimestre de 2022, Elon Musk dijo que la versión beta de Full Self-Driving debería llegar a todos los clientes que lo pidieron a finales de año, ya que el software sigue siendo perfeccionado y mejorado.
Evolución de la conducción autónoma de Tesla
Es de obligado cumplimiento recordarte, querido lector/a, que a pesar de su nombre, el software Full Self-Driving de Tesla no es un sistema de conducción totalmente autónomo. Más le gustaría a Elon Musk (y a nosotros).
En la actualidad, es un conjunto de ayudas avanzadas al conductor que permite manejar el vehículo con sin usar las manos... pero con un conductor totalmente atento y preparado para tomar el control del vehículo en un momento dado.
Sin embargo, Musk parece confiar cada vez más en las capacidades del FSD. A medida que se introducen mejoras de forma constante, Musk dijo en la conferencia que "casi nunca tendrás que tocar los controles del vehículo" mientras éste esté en funcionamiento.
También dijo que cree que Tesla tendrá suficientes datos para el próximo año para demostrar a los reguladores que el FSD es mucho más seguro que un vehículo conducido por un humano. "Casi estamos ahí", aseguró Musk.
En la actualidad, hay aproximadamente 160.000 propietarios de Tesla con capacidad para acceder a las capacidades del FSD. Este número ha crecido desde los 100.000 propietarios de septiembre.
Si se produce, esta próxima expansión estaría en línea con las estimaciones anteriores de Musk. Sin embargo, no está claro cuántos han comprado el software exactamente.
Desde su lanzamiento, Tesla ha aumentado constantemente el coste para añadir las capacidades beta de FSD a los vehículos comprados. En septiembre, el coste subió a 15.000 dólares, casi el doble que hace dos años. Por el momento, no está claro si Tesla tiene previsto volver a subir el precio.
Qué significa que la conducción autónoma empiece a ser pública
Tesla lleva teniendo problemas con el Autopilot desde que se lanzó hace, más o menos, un lustro. Como puedes imaginar, estos problemas son referidos a accidentes viales. Muchos de estos con fallecidos de por medio. Lo que no ha ayudado a su implementación.
Sumados a estos problemas de seguridad, las autoridades americanas llevan un par de años investigando en profundidad el Full Self-Driving de Tesla porque, según ellos, podría ser un software defectuoso que Elon Musk querría vender a toda costa.
Pese a todo, la compañía americana ha sabido sobreponerse todos estos años, lanzando actualizaciones del software, los cuales han conseguido ir mejorando y perfeccionando el funcionamiento del mismo. ¿Causa accidentes? Sí, pero aseguran desde Tesla que menos que los seres humanos.
Que Tesla vaya a liberar el Autopilot, de modo que todos sus clientes puedan comprar el extra, significa que, de verdad, el sistema de conducción autónoma ha llegado al siguiente nivel, uno donde se ven lo suficientemente seguros de que no supondrá ningún peligro para los conductores ni para la marca.
Lo último que necesita Tesla es una nueva investigación donde las autoridades descubran que la compañía ha puesto en peligro a sus clientes solo por ganar más dinero y experimentar mejor sus sistema de conducción autónoma.
Al igual que con SpaceX y Starlink, Elon Musk siempre juega al límite con sus innovadoras empresas, hasta el punto que una mala jugada puede arruinarles. Hasta ahora ha tenido mucha suerte, veremos si le dura.
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