A veces las decisiones de Elon Musk dan la sensación de que son demasiado impulsivas, y no las medita lo suficiente. Quizá porque está al cargo de tantas compañías, y metido en tantos líos, que no le da tiempo para todo. Tesla, SpaceX, Starlink, The Boring Company, Twitter...

Aproximadamente el 30% de la plantilla de Tesla trabaja en oficinas. El resto en las fábricas, fabricando coches. Durante la pandemia esos empleados de despacho teletrabajaron desde casa.

Una vez recuperada la normalidad, Elon Musk pidió a sus trabajadores que volviesen a las oficinas, pero muchos preferían seguir teletrabajando. Al CEO de la compañía no le sentó muy bien, así que lanzó un ultimatum: o vuelven a las oficinas, o se van a la calle. Solo admitiría el teletrabajo "después de pasar 40 horas a la semana en la oficina".

Así que a los trabajadores de despacho de Tesla no les ha quedado más remedio que volver a la oficina. Pero Elon Musk no había contado con un "pequeño" detalle: los empleados se han duplicado desde el inicio de la pandemia.

Según informa el medio The Information, el campus de Tesla en Fremont, California, es ahora un auténtico caos. Los empleados no tiene aparcamiento para todos, así que muchos tienen que aparcar en la estación e ir al trabajo en autobuses que ha fletado la compañía.

Una vez en el edificio, muchos de ellos se han encontrado con que no tienen ni una simple mesa en la que trabajar. Hasta el punto de que los jefes han tenido que enviarlos a casa a teletrabajar, pese a la "prohibición" de Elon Musk.

Y los que han encontrado una mesa libre, también reportan problemas de WiFi, que no llega a todos los rincones de los lugares acondicionados para trabajar. Ójala existiese un sistema de Internet por satélite para acceder a Internet desde cualquier lugar... Estooo.. un momento... 

Para bien o para mal, la situación se acabará corrigiendo, porque Elon Musk ha anunciado el despido del 10% de la plantilla debido a "un super mal presentimiento" sobre la economía.

No es el único problema en el que está metido Musk estos días. A la polémica compra de Twitter hay que unir el despido de unos cuantos trabajadores de SpaceX que le pidieron que no sea un trol en Twitter, porque les avergüenza y desprestigia.

Un despido que los expertos califican de ilegal. Pero estamos ante un nuevo Elon Musk, que comienza a sentirse por encima del bien y del mal...