Dentro de unos días, una intersección ubicada en una zona industrial de Denver (Colorado, Estados Unidos), será la primera vía en contar con un pavimento inteligente que puede registrar información de los vehículos que circulan sobre él, como la velocidad o la trayectoria.

Integrated Roadways, una compañía con sede en Kansas City (Estados Unidos), ha desarrollado Smart Pavement, un sistema de pavimento equipado con diversos sensores  y conectividad que permite construir carreteras inteligentes.

En concreto, el sistema Smart Pavement se compone de secciones de hormigón prefabricado que integran dos unidades centrales de procesamiento, un acelerómetro de tres ejes para medir las vibraciones y predecir la dirección del vehículo, un giroscopio para calcular la posición, un magnetómetro para medir el ancho del eje del automóvil y conectividad de fibra óptica. De esta forma, el asfalto es capaz de registrar datos relacionados con los vehículos que transitan la vía, como la velocidad, el peso o la trayectoria.

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La información obtenida en la carretera se transmite en tiempo real, de forma que si se establecen los canales adecuados los conductores pueden recibir al momento los datos relacionados con el tráfico, las condiciones de la carretera o los accidentes.

Además, este sistema tiene la ventaja de que es fácilmente actualizable y desmontable, lo que facilita tanto su montaje como su mantenimiento. Cada una de las losas que componen el sistema de Smart Pavement se puede quitar con facilidad para repararla o cambiarla, y también resulta sencillo incorporar nuevas características. 

Integrated Roadways empezará a construir una sección de carretera inteligente con Smart Pavement el próximo 30 de agosto en una intersección de una zona industrial de Denver. Este proyecto piloto es la primera prueba real del sistema de pavimento inteligente, y consistirá en la colocación de cuatro losas de Smart Pavement en un cruce. 

En caso de que la prueba se complete con éxito, a principios de 2019 Integrated Roadways reemplazará 500 metros de asfalto por sus losas de pavimento inteligente en una curva peligrosa de la autopista 285, situada al sur de Denver. El objetivo del Departamento de Transporte de Colorado es que la carretera inteligente detecte las distracciones de los conductores en este punto para evitar accidentes.