A veces las revoluciones están en los pequeños detalles y algunos de los conceptos que tenemos asumidos como básicos pueden cambiar de forma inesperada. Honda quiere aprovechar las nuevas gamas de coches eléctricos para reconsiderar el diseño estándar de un vehículo y uno de los aspectos que va a cambiar es el modelo de espejo retrovisor.

En 2020, el coche eléctrico de Honda no traerá los retrovisores con espejo, vendrá equipado con dos cámaras en los laterales que apenas asomarán de la carrocería y dos pantallas de seis pulgadas en el lado derecho e izquierdo del tablero, junto a los marcadores de velocidad o carga de depósito.

Muchos son los motivos que alega Honda para realizar el cambio, el principal es la visibilidad. Se acabará el tener que esforzar la vista cuando llueva, las cámaras están diseñadas para que no se mojen y al ver la imagen en la pantalla interior no habrá que mirar a través de la ventana mojada.

¿Cuánto cuesta recorrer 100 kilómetros con un coche eléctrico?

Según los datos de Honda, el nuevo diseño reduce la resistencia aerodinámica en un 90% respecto a los espejos anteriores y mejora la del vehículo un 3,8%. Son datos nada desdeñables que pueden ayudar a mejorar la autonomía de la batería y reducir el gasto en la conducción.

En cuanto a las pantallas de seis pulgadas que irán en el tablero de mandos, podrán configurarse con distintas vistas según lo que desee el conductor y la situación en la que se encuentre. Las vistas serán normal y ancha y aprovecharán las posibilidades de las dos cámaras instaladas.

Además de los espejos retrovisores, Honda también podría cambiar el sistema de apertura en su intento por mejorar la aerodinámica del vehículo. La intención de la empresa es que el progresivo cambio a un sistema eléctrico sirva para adaptar los coches a nuevos modelos, además de mejorar cada detalle en pos de una conducción con mayor autonomía y, de paso, dejar su propia huella identificativa en el diseño.