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Incluso Uber se suma a la locura por los patinetes eléctricos en San Francisco

Patinete eléctrico

¿Has probado ya algunas de las bicicletas de alquiler que inundan las ciudades? Si no lo has hecho, prepárate para la próxima avalancha: los patinetes eléctricos de alquiler. Algunas ciudades estadounidenses ya se han visto desbordadas por un negocio en el que ahora ha entrado Uber.

En concreto, San Francisco ha tenido que actuar y regular el alquiler de patinetes eléctricos. Eran muchas las pequeñas compañías que los ofrecían, algunas fuera de control por completo. Para evitar masificaciones, accidentes y contaminación, el Ayuntamiento ha tenido que reducir el negocio a cinco empresas en total.

Lo curioso es que una de las licencias a ido a parar a Uber, una compañía cuya principal actividad ahora mismo es el transporte de pasajeros en coche. Otra licencia se la ha quedado Lyft, la competencia en Estados Unidos, una compañía participada ni más ni menos que por Google.

Estos son los mejores patinetes eléctricos que puedes comprar ahora mismo

Que ambas corporaciones hayan entrado en este negocio puede significar que ha venido para quedarse y para expandirse a otros países. No es San Francisco la única ciudad que tiene problemas con este tipo de transporte, que se suma a las miles de bicis de alquiler repartidas por sus calles.

Patinetes eléctricos, ¿la revolución de la movilidad?

Uber y Lyft parecen pensar que los patinetes eléctricos de alquiler son el futuro del transporte urbano individual. Lo hacen probablemente porque en muchas ciudades es más cómodo y menos peligroso que utilizar una bicicleta, especialmente si hay mucho desnivel.

Además, con velocidades cercanas a los 25 km/h son una opción ideal para los que quieren llegar rápido y sin cansarse de un punto a otro. Tanto gusta a sus usuarios que los que utilizaban los patinetes de otras firmas han decidido comprarse uno.

No son especialmente económicos, aunque algunos modelos básicos parten desde los 200 euros.

Uber prepara el terreno para los próximos años

Las compañías de transporte como Uber o Lyft han realizado este movimiento estratégico como una forma de prepararse para lo que está por venir: los usuarios, sobre todo los más jóvenes, prefieren la independencia de un patinete eléctrico a la dependencia de un coche de Uber.

Además, son más baratos y sostenibles que un coche con motor de combustión, algo cada vez más importante ahora que muchas ciudades se plantean reducir o prohibir el tráfico de estos vehículos por sus calles.

Claro está que falta mucho para que se generalicen en otros países, y que habrá idas y venidas regulatorias. Sin ir más lejos en ciudades como Madrid las bicicletas de alquiler se han convertido ya en un problema, y es que algunas atascan aceras y calles por culpa de usuarios irresponsables.

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