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Este es uno de Mercedes más horribles que se han fabricado

Enrique Trillo

El Clase G más horrible jamás creado
Te contamos todos los detalles sobre este Mansory Marcedes-AMG G 63, un modelo que puede ser considerado como el Clase G más feo jamás fabricado.

Este Mercedes-AMG G63 personalizado por Mansory tiene casi 900 CV, pero posiblemente sea el Clase G más horrible jamás creado. Te contamos todas las modificaciones y los detalles estéticos tan exclusivos como de poco gusto que han introducido.

Vaya por delante mi respeto a Mansory, un reconocido preparador alemán con sobrado prestigio y calidad con sede en Brand (Alemania) y que nos tiene acostumbrados a sorprendentes modelos que toman como base no solo vehículos de Mercedes, sino de Aston Martin, Audi, BMW, Bentley, Bugatti, Ferrari, Maserati, Lamborghini, Lotus Cars, Rolls-Royce, Tesla...

Pero en este caso entendemos que se ha dejado llevar por las indicaciones de un jeque con tanto dinero como poco gusto por la estética o, posiblemente, con cierto problema de daltonismo para modificar su Mercedes Clase G.

En concreto, como te decíamos, se trata de un Mercedes-AMG G63 construido para conmemorar la apertura de una nueva sala de exposición en Dubai. 

Mansory ha mantenido el propulsor V8 biturbo de 4.0 litros, pero aumenta la potencia a 887 CV y ¡1.200 Nm! de par. Aunque no especifican nada en absoluto sobre las prestaciones que es capaz de alcanzar con semejante despliegue de poderío.

El Clase G más horrible jamás creado

Si le echas un vistazo rápido a la zaga y no te fijas demasiado en el frontal o en el interior puede que no se te quemen las retinas al instante. Pero nada más abrir las puertas o al prestar atención a los exagerados detalles de fibra carbono la cosa se pone (literalmente) fea. 

Podría parecer que lo apropiado para una ciudad como Dubai, en la que todo es lujoso y llamativo es crear un automóvil tan escandaloso como este, pero es que este Mansory Mercedes-AMG G63 P900 es un coche que te hace dudar de todo.

La parte buena es que solo se han hecho tres unidades como esta, cuyo exterior no es lo peor del coche, porque la pintura degradada de púrpura a negra incluso podría considerarse de buen gusto para el SUV de Mercedes

Lo que no tiene tanto pase es el exceso de fibra de carbono o un capó personalizado tan abultado que parece que debajo esconde un alijo de droga. Por no hablar de los aditamentos aerodinámicos que no pegan ni con cola en un SUV como este.

Quizás sí podrían tener un paso los conductos de aire situados en la moldura lateral del parachoques delantero y cuyo objetivo es refrigerar los frenos, así como los sistemas de iluminación adicionales o incluso los escapes con salida por los laterales.

Tampoco están mal las enormes llantas, que tienen un acabado en negro mate, pero los logotipos de Mercedes habituales han sido reemplazados por una insignia personalizada que muestran el borde de la frontera de los Emiratos Árabes Unidos.

El Clase G más horrible jamás creado

Aunque la verdadera tragedia, como ya te adelantábamos comienza cuando se abren las puertas. Posiblemente, el diseño sea aficionado de Los Angeles Lakers, porque si no esa combinación de morado y amarillo no viene a cuento. 

Los asientos del lado derecho son morados con detalles amarillos, mientras que los asientos del lado izquierdo son amarillos con detalles morados. Casi todo lo demás tiene un acabado en cuero amarillo acolchado, mientras que el carbono forjado con motas amarillas (queda espantoso) se usa en el volante y todas las demás piezas de adorno interiores.

Este artículo fue publicado en Autobild por Enrique Trillo.

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