La Cuesta de Veloso es un tramo de carretera que une Pamplona con la localidad de Burlanda, en Navarra. Es una pendiente en bajada, por eso allí algunos vehículos aprovechan la cuesta para superar el límite de velocidad.

Para evitar esto, la Policia Municipal Udaltzaingoa colocó un radar. Y hace poco, la cámara de este cinemómetro comenzó a captar una curiosa imagen, tal como informa AutoBild.

En la foto que ha publicado la propia policía municipal en Twitter, se puede ver a un motorista que tapa con la mano la matrícula de su moto, porque sabe que está pasando por la zona de la cámara del radar:

No solo está prohibido tapar la matrícula, en cualquier situación. Como vemos en la imagen, el motorista tiene que ladear mucho el cuerpo para poner la mano en la placa, y conducir de forma peligrosa con una mano.

Quizá pensaba que con esta acción burlaría al radar y a la polícía. Al radar quizá, pero a los agentes es otra cosa... Tal como explica, con ironía, el propio tuit: "Va tanto el cántaro a la fuente que se acaba rompiendo".

Según la polícía municipal Udaltzaingoa, "tras pasar varias veces con el ciclomotor por el radar de Beloso tapando la matrícula, fue localizado en el día de ayer y denunciado por las infracciones realizadas".

Seguramente a las posibles multas por exceso de velocidad, si es el caso, se añadirán las multas por incumplir el artículo 76 de la Ley sobre Tráfico, que establece como una infracción grave el hecho de "incumplir la obligación de todo conductor de verificar que las placas de matrícula del vehículo no presentan obstáculos que impidan o dificulten su lectura o identificación".

Y  aunque las autoridades no explican cómo han "cazado" al motorista, se nos ocurren varias formas diferentes. Puede que no se vea ni su matrícula ni su cara, pero su casco y el mono que lleva, son bastante llamativos. Podrían identificarlo fácilmente con otras cámaras que hay en las ciudades y carreteras.

O bien a través de las matriculaciones de ese tipo de moto. Y puesto que ha sido cazado varias veces en el mismo lugar, bastaría con poner una patrulla a esperarlo cuando toca.

La moraleja es sencilla: nunca subestimes a la policía...