Las persecuciones policiales de coches fugados son un clásico de las peliculas de Hollywood, pero tienen una base real: se producen docenas todos los días en Estados Unidos.

En muchos casos terminan en accidente múltiple que provoca lesiones, e incluso la muerte de inocentes, o de la propia policía.

Grappler Police Bumper es una red policial atrapacoches que no falla. Aquí puedes ver cómo funciona:

Como vemos en el vídeo, hay que instalar en el coche policial una estructura con forma de cabeza de toro.

No solo sirve para desplegar el gancho, sino que además se usa para sujetar el cable que ayudará a frenar el vehículo a la fuga.

El único hándicap es que para que Grappler Police Bumper funcione, hay que pegarse prácticamente al vehículo infractor. Si comienza a hacer eses o es más rápido, el gancho atrapacoches pierde casi toda su eficacia.

Cuando la estructura en forma de red consigue acercarse a una de las ruedas, se enreda en ella y se libera del coche policial, soltando un cable que permite atrapar al fugado y además ayuda a frenarle.

Como muestra el vídeo la rueda queda completamente bloqueada, así que el cable no es necesario: al conductor no le quedará más remedio que frenar si no quiere estrellarse.

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Su inventor, Leonard Stock, cuenta en su página webcómo se le ocurrió la idea.

Como en una buena película de intriga Leonard estaba viendo un programa de televisión de persecuciones policiales que presentaba varios finales trágicos de automovilistas inocentes heridos.

Se durmió esa noche con las imágenes circulando por su mente. Aunque no tenía previsto encontrar una solución al problema, de repente se despertó en mitad de la noche con la idea del Grappler.

Una semana después de ese pensamiento inicial, Leonard soldó un artilugio en la parte delantera de su camioneta y convenció a su esposa Frances para que condujera el coche de huida... el Suburban de la familia.

Encontraron un camino de tierra desolado en el desierto para probar la idea y ese día el concepto quedó demostrado.

La redatrapacoches ya la usan varios departamentos de policía y agencias gubernamentales en Estados Unidos, y hasta el mes de septiembre ya había atrapado 170 vehículos fugados. Un récord impresionante.