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Renting o compra directa, ¿qué es más barato al comprar un coche?

Mario Herráez

Ford Fiesta
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Hace unos años hablar de renting sonaba a chino para la mayoría de la gente, quien lo conocía era de lejos y lo veía como algo pensado para empresas, que mediante dicho método sacaban buenos precios para sus flotas de vehículos y para renovarlas cada cierto tiempo. Pero en este tiempo la práctica se ha generalizado, ofreciendo precios más competitivos para particulares que hacen que estos se decanten por esta opción. Ahora bien, si hay que elegir entre renting o compra directa, ¿qué es más barato?

Conviene tener en cuenta que aunque una y otra opción puedan ser consideradas como sustitutivas y ofrecen un “producto” similar, también es cierto que tienen diferencias entre sí.

La principal es que el renting es un contrato de arrendamiento o, lo que es lo mismo, un alquiler acordado para un determinado tiempo, mientras que en la compra directa se pasa a ser dueño del vehículo. Esto, sencillo como es, trae consigo diversas consideraciones importantes.

Por qué el leasing o renting es más interesante que comprar un coche nuevo

En el renting la gestión es sencilla, se paga una cuota mensual fija acordada al firmar el contrato (con un kilometraje estipulado) y no hay que preocuparse por nada más, ya que es la empresa arrendataria la que se ocupa de mantenimiento, reparaciones y demás. En la compra directa, además de la letra, hay que hacerse cargo de todos los gastos añadidos. Esto es una ventaja para el renting, a la que hay que sumar el hecho de conducir un coche nuevo cada relativamente poco tiempo, sin tener que preocuparse por su reventa.

Por contrapartida, la compra directa sí que permite, a largo plazo, recuperar parte de la inversión realizada en el coche al venderlo a un tercero. Eso sí, hay que tener en cuenta que para rentabilizar esta venta hay que tener el vehículo durante bastante tiempo, ya que en los primeros años es cuando más se devalúa.

Otro punto a favor de la compra tradicional es poder adquirir un coche completamente al gusto, personalizado hasta el mínimo detalle, mientras que en renting no queda otra que adaptarse a lo que se ofrece, con mucha menos flexibilidad.

Pero, ¿cuál es más barato para cambiar de coche?

A día de hoy las tarifas del renting pueden mirar cara a cara a los plazos de la compra directa y salir airosos, algo que hace unos años era difícil de encontrar. Esto se debe a un mayor conocimiento del sector y al crecimiento de las empresas del mismo, que manejan un mayor volumen de vehículos y pueden realizar ofertas más ajustadas y ventajosas para los clientes.

Seat Ateca, Coche del Año 2017 también en renting

Es imposible decantarse claramente por una de las dos modalidades, puesto que depende de mucho factores: la marca, el modelo, ofertas vigentes para la compra, la operadora de renting, etc. Pero si es cierto que muchos modelos tienen tarifas de renting mejores que lo que costaría adquirirlo, más aún si tenemos en cuenta que no hay que llevar a cabo un desembolso inicial de la magnitud que supone pagar la entrada de un coche nuevo.

Por ver un ejemplo práctico, pongamos el caso de un Seat Ibiza FR 1.0 TSI de 115 CV. El precio del modelo en el configurador de Seat es de 15.910 euros y para hacerse con él hay que pagar una entrada de 4.773 euros, además de 36 cuotas mensuales de 188 euros, financiando 11.137 euros con la marca que finalmente se convierten en 13.934 euros. En total el pago sería de alrededor de 18.500 euros.

Calculando la tarifa del mismo coche en leaseplango a 36 meses con un kilometraje de 15.000 kilómetros anuales, la tarifa mensual es de 247 euros más IVA. Haciendo el cálculo, en los tres años que dura el acuerdo el pago total ascendería a 8.892 euros más el IVA. A partir de aquí, en tus manos queda hacer las cuentas.

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