Tesla sube el precio de sus supercargadores, se encarecen los viajes y la carga rápida del coche eléctrico
Es la marca de coche más famosa del mundo actualmente. Cuando alguien hace alusión a un vehículo eléctrico, nuestra cabeza piensa inmediatamente en Tesla. Y si bien es culpable de que el EV haya avanzado tanto en un lustro, Elon Musk no duda en demostrar que la empresa ha venido a hacer dinero y no a salvar el planeta.
Tesla, la empresa que reinventó el coche. Al menos el coche eléctrico y el concepto de movilidad sostenible. Elon Musk nos ha vendido desde que fundó la empresa que el motoreléctrico es quien debe sustituir ya al de combustión. El problema de esto son los precios altos y las baterías contaminantes.
Justo el otro día hablamos de cuantos kilómetros había que hacer a un coche eléctrico para que este fuera más ecológico (o menos contaminante) que un coche de combustión. El número de km es mucho mayor del que se creía... y eso cuando la electricidad procede de fuentes renovables.
Pese a ello, Elon Musk insiste en que Tesla es una empresa que solo busca el bien de la Tierra, y que hace más que nadie para frenar el cambio climático. Eso no quita que la empresa quiera hacer dinero, y cuanto más mejor.
Para todos aquellos que no se lo creen, Tesla ha tomado decisiones a lo largo de los últimos cinco años que han ido, siempre, de la mano de la subida de precios. Incluso aquellas cosas que eran gratis han dejado de serlo. Por ejemplo, los supercargadores de los que tanto presumen.
El kWh sube casi un 30 %: malas noticias para el coche eléctrico
Gracias al usuario Felix Arthur, especializado en el sector automovilístico eléctrico (vamos, todo lo que lleva un motor precisa de energía eléctrica y no de combustibles fósiles), hemos conocido las subidas de la tarifas de los Supercharger de Tesla.
En España, país que nos atañe, el kWh ha pasado de costar 0,55 euros a la friolera de 0,71 €. Esto nos coloca como el quinto país de Europa más caro. Alemania con 0,82 euros y Francia con 0,79 euros nos superan. Pese a que uno dependa del gas ruso y el otro funcione a base de nucleares.
Ahora comprar un Tesla no solo es más caro que hace cinco años, sino que además recargarlo ya no es gratis y, para colmo, la recarga cada vez es más cara. Mala pinta tiene el eléctrico si no cambia el panorama energético.
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