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Los trucos que usan las aseguradoras para no pagarte lo que deben

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Compañia seguros fraude daños
Que no te tomen el pelo.

Cada año hablamos de los fraudes a las aseguradoras: son las propias compañías las que se encargan de publicitar, a bombo y platillo, lo malos que somos los usuarios y lo pobrecitas que son ellas al tener que sufrir estafas millonarias. Pero que no te confundan: los trucos de las aseguradoras para no pagarte están ahí y el fraude lo puede cometer tanto el usuario como la empresa aseguradora.

Lo que debes tener muy claro son tus derechos y no permitir que nadie ni nada te tome el pelo. No dudes que si ven la oportunidad de pagar menos de lo que deberían, lo harán. Así que, hay que estar muy pendiente.

Está claro que las empresas aseguradoras buscan su propio beneficio y en ningún momento tu satisfacción como cliente. No vamos a juzgar eso, al fin y al cabo el mundo funciona así: todos luchan por sus propios intereses. No obstante, lo preocupante es cuando se utilizan triquiñuelas para intentar engañar, literalmente, a los clientes. Es en ese momento cuando debes tomar conciencia y nunca, jamás, dar por buena la información que te llega de la empresa aseguradora si tú consideras que lo que te dicen no es justo o no te favorece lo más mínimo.

El valor del coche

Un caso muy habitual en las aseguradoras de coches es la valoración de los daños para pagar, siempre, lo menos posible. Imagina que tienes un accidente con tu coche asegurado a terceros, en el que tú no tienes la culpa. Las compañías aseguradoras utilizan dos triquiñuelas legales para pagar lo menos posible, dos elementos clave para asegurar su rentabilidad: la figura del perito y el valor venal. Mucho ojo porque si confías en el perito de la compañía de seguros puedes llevarte una desagradable sorpresa.

El valor venal es un precio que aparece en una lista del valor de un vehículo con el paso del tiempo. No es una ley escrita y, como bien sabes, el valor de un coche va mucho más allá del valor venal: por ejemplo, un Volkswagen Golf R32 no es lo mismo que un Volkswagen Golf con motor diésel de 90 CV, su valor en el mercado puede ser tres o cuatro veces superior, pero estas tablas no recogerán el precio de mercado, sino el valor venal.

Accidente aparcamiento

Esto resulta clave a la hora de engañarte, vilmente, cuando toca afrontar una reparación seria.Otro ejemplo: cuánto te puede costar un Volkswagen Golf TDI 110 de séptima generación en el mercado de segunda mano? A partir de 12.500 euros, aproximadamente. ¿Valor venal publicado en el BOE? 8.500. ¿Consideras que en caso de tener que recibir compensación por un robo podrás conseguir un coche equivalente al que tenías sin poner dinero?

Por qué el leasing o renting es más interesante que comprar un coche nuevo

Volvamos al perito. En teoría, debe encargarse de evaluar los daños y calcular el coste real de reparación. Esto parece algo bueno, ya que puede evitar que los talleres se excedan a la hora de cobrar las reparaciones, pero lo que de primeras parece un servicio fantástico de cara al usuario, se puede convertir en tu peor pesadilla a la hora de tratar con las compañías aseguradoras. ¿Por qué? Pues porque pueden hinchar el precio de la reparación. Y tú pensarás, ¿qué ganan con eso? Fácil: de esta manera, dado que el valor venal suele tirar por suelo el valor del coche, afirmarán que los daños a cubrir se limitan al valor venal y por tanto se declara a tu vehículo como un ‘siniestro total’.

Debes saber siempre el coste real de reparación

Un coche pasa 10 días en el taller por un golpe de chapa

Si tienes un accidente con tu coche debes siempre atender a lo que te dice la compañía aseguradora, pero nunca olvides que su palabra no tiene por qué ser siempre la verdad absoluta. ¿Qué hacer cuando sufres un accidente y tu compañía de seguros no quiere hacer frente al total de la reparación? Lo primero que debes tener en cuenta son dos cosas, lógicas: por un lado, el precio real de reparación. Acude a tu taller de confianza y pide un presupuesto. Lo segundo, saber el precio real de mercado de tu coche.

La empresa aseguradora alegará estar cumpliendo la ley, pero no te olvides que la ley está de tu lado, afirmado que el que causa un daño está obligado a repararlo. No hay más. Y en estos casos es tu compañía de seguros la que tendría que pelear por tus derechos e intereses frente a la compañía de seguros que deberá pagar el pato. Pero ojo, porque en la mayoría de los casos las aseguradoras están ‘compinchadas’ para sacar siempre el máximo beneficio, por lo que deberás ser tú mismo el que se defienda como gato panza arriba siempre que no creas justa la valoración de los daños. En este sentido, una asociación de consumidores o de automovilistas puede ser una buena idea.

Si compruebas que el perito ha inflado los daños para evitar pagar la reparación completa, declarando el coche siniestro total y conformándose con pagar, únicamente, el valor venal del vehículo, deberás tomar acciones. Una vez que sabes el precio real de la reparación, mi consejo es que denuncies a la empresa aseguradora por estafa. En muchos casos, la gente acepta de buen grado el precio pactado por la compañía de seguros (y ojo, en muchos casos será una valoración justa), bien por necesidad o bien por no saber cómo reaccionar. Pero si te están estafando en la cara, debes actuar y proteger tus derechos.

No aceptes la indemnización a la primera de cambio

Accidente

Estos casos también se pueden extrapolar a otros incidentes con aseguradoras de por medio: he encontrado varios casos en los que las compañías se niegan a indemnizar (o muy por debajo de lo que deberían) por los daños físicos sufridos en un accidente de tráfico. En estos casos, las empresas consideran que es más rentable hacerlo mal, ya que la mayoría de usuarios no están dispuestos en entrar en juicios y batallas legales contra empresas gigantes que parecen imbatibles, aceptando con la indemnización y ahorrando a la empresa una suma de dinero que, por derecho, pertenece al usuario.

También es importante que, al contratar una póliza, no ahorres tiempo en leer la letra pequeña. Debes tomar conciencia de lo que estás firmando y pagando. Debes tener muy claro cuáles son tus derechos y qué está incluido en tu póliza. Es muy importante conocer tus obligaciones pero también debes tener muy claro cuáles son las obligaciones de la compañía aseguradora.

Si tienes un percance y consideras que la compañía de seguros te está pasando por encima y no está reparando la totalidad de los daños a los que está obligada, no debes echarte atrás y debes plantar cara. Te hablarán de leyes, pero en la mayoría de casos solamente intentarán confundirte. Si te ves sobrepasado, te recomiendo que acudas a un abogado especializado en fraudes, de confianza, para que al menos él pueda proteger tus derechos.
 

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