20 años de Open Source que sí han cambiado el mundo
Sin elcódigo abierto, también conocido comoOpen Source, el mundo sería muy distinto a como lo conocemos. A día de hoy el software libre desarrollado mediante este relativamente nuevo sistema de creación está en todas partes, aunque no nos demos cuenta. Nunca estás demasiado lejos de un sistema informático gestionado con Linux, probablemente el mayor exponente de este movimiento.
Los logros de laIniciativa Open Sourceson muchos y muy importantes, y no sólo a nivel de usuario. En empresas, servidores y bases de datos goza de tanta o más aceptación que entre usuarios particulares, aunque aún falta mucho por hacer. Otro filón para el software libre es el Internet de las Cosas o IoT, donde prácticamente tiene el monopolio, y no parece que la cosa vaya a cambiar.
Linux o Android son dos productos surgidos delOpen Source, por citar los dos ejemplos más claros. No sólo eso: la nube que utilizas cada día también lo es, así como el sistema informático que mantiene en funcionamiento la Estación Espacial Internacional y otras cosas que desconoces pero que también funcionan con Linux.
Muchos éxitos pero también mucho por hacer
Sin embargo, hay quien cuestiona la amplitud de todo lo conseguido por el software y el código Open Source en los 20 años que han transcurrido desde la creación de este término. Obviamente hay algunos inconvenientes, como la tendencia de las empresas a crear código para su uso específico, algo normal si tenemos en cuenta que no siempre existen herramientas de código abierto para todos los casos.
A día de hoy, sigue siendo lo más común crear aplicaciones a nivel empresarial para un uso específico. En lugar de utilizar el software libre, la mayoría de corporaciones prefieren desarrollar el suyo. Esto tiene lógica: así pueden controlar de principio a fin cómo será, qué quieren conseguir y cómo quieren que se haga.
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¿Es un tropiezo? Sí ¿Es inesperado? En absoluto. De hecho, era previsible que esto ocurriera hace 20 años. Pasarse al código abierto tiene un coste económico y de tiempo que muchas empresas no están dispuestas a asumir, y no se les puede culpar de ello. No queda más remedio que esperar a que el futuro nos depare herramientas mucho más completas y versátiles para cada situación.
No se puede decir que sea un fracaso para la Iniciativa Open Source no haber triunfado en todos y cada uno de los sectores que utilizan código para su funcionamiento. Ya es bastante haber conseguido dominar los superordenadores, servidores e Internet de las Cosas. El resto es cuestión de tiempo. No hay más que ver que en muchos casos se utilizan sistemas Open Source -Linux, sobre todo- para crear herramientas privativas.
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