Los metadatos de tus fotos pueden revelar información privada

Aunque cada vez estamos más concienciados con la seguridad de nuestros dispositivos para garantizar que nuestros datos personales están a salvo, en muchas ocasiones no somos conscientes de hasta qué punto exponemos nuestra información sin darnos cuenta. 

Un ejemplo lo encontramos en los metadatos de las imágenes, que es información que tiene asociada cada fotografía y que se almacena en un archivo llamado EXIF (Exchangeable Image File Format). Este fichero ofrece todo tipo de datos relacionados con la instantánea que has capturado, entre ellos la fecha y la hora en la que se hizo, el formato o el tamaño, así como datos de la cámara que se ha empleado, como la marca y el modelo. Cada fabricante incluye sus propios datos. Esta información se encuentra independientemente del formato de la imagen, y también en los vídeos. 

En la actualidad, las fotos se han convertido en un lenguaje de comunicación muy empleado en las redes sociales, y cuando compartimos nuestras imágenes ponemos en riesgo la privacidad de nuestros datos. Y es que no solo permitimos que otras personas vean lo que estamos haciendo en un momento determinado, sino que además podemos revelar nuestra ubicación exacta y otro tipo de datos que pueden comprometer nuestra seguridad.

Para proteger tu privacidad, tienes a tu alcance distintas alternativas. Una de ellas es personalizar la seguridad de tus fotos en tus perfiles de las redes sociales. Te recomendamos que tus imágenes más personales las compartas únicamente con personas que conozcas, y trata de evitar las etiquetas de geoposicionamiento para que no sea posible obtener tu ubicación exacta. 

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Si lo que quieres es evitar que se guarden los datos de ubicación al hacer las fotos, ajusta la configuración de la cámara de tu smartphone o tablet para desactivar el geotagging. También puedes borrar el archivo EXIF y elegir el nivel de información que ofreces. 

[Fuente: Panda Security]