Pronto podrás controlar mediante la voz bombillas con Alexa sin necesidad de un altavoz inteligente
Yaiza Portillo

Amazon es imparable y cada vez está integrando su asistente de voz Alexa en más dispositivos y sistemas inteligentes. Alexa está triunfando entre los usuarios por la comodidad que supone realizar actividades con solo una orden de voz y cada vez son más los dispositivos que poseen este asistente de voz integrado. En esta ocasión, Amazon ha dado un paso más reduciendo el requisito de integración de su asistente de voz a tan solo 1MB.
La variedad de productos que podemos adquirir en los que este asistente es compatible es muy amplia como ya te mostramos en nuestra guía de productos compatibles con Alexa, pero hasta ahora eran necesarios al menos 100 MB de RAM para que un dispositivo pudiera funcionar con el asistente de voz de Amazon.
La compañía no entiende de límites y ha confirmado a Techcrunch que a partir de ahora los fabricantes pueden integrar el hardware de Alexa en sus dispositivos de tan solo un 1 MB de memoria y procesador Cortex-M.
Al ser un requisito más ligero, aumenta la probabilidad de que otros aparatos más simples con una funcionalidad sencilla como bombillas, termostatos o interruptores de luz respondan a la llamada de Alexa, pero siempre bajo órdenes simples. De esta forma, no hará falta recurrir a un altavoz inteligente de intermediario para su instalación.
Seguramente veremos a los fabricantes integrar esta nueva funcionalidad independientemente del área en el que se muevan, aunque aún no sabemos cuál podrá ser el primer pequeño dispositivo que compatible con Alexa.
El vicepresidente de AWS afirmó que ahora descargan toda la información en la nube, por lo que el dispositivo lo único que necesita hacer es detectar la palabra. Una gran noticia para muchas compañías que podrán integrar a Alexa sin aumentar sus costes en la producción del aparato, utilizando chips de menos potencia.
El dispositivo no necesitará recurrir a un Echo, televisor o smartphone para poder trabajar, por lo que el usuario no necesitará dirigirse a su Echo para dar las funciones, ni encontrarse limitado al rango de voz de su intermediario. Podremos interactuar con el dispositivo inteligente directamente, lo que multiplica la eficiencia y autonomía de Alexa.
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