Un error de Amazon ha permitido que un usuario tuviera acceso a unas 1.700 grabaciones privadas de otra persona que fueron grabadas por Alexa en la intimidad de su casa. 

Los peores augurios de los detractores de este tipo de tecnología se han cumplido. Los asistentes virtuales son de gran ayuda en el día a día para realizar miles de tareas de manera inmediata y fácil, pero a cambio exponemos nuestra intimidad a grandes compañías tecnológicas que por ley deben preservar nuestra intimidad. 

Nada impide que un error humano revele esas conversaciones personales que los altavoces inteligentes como Amazon Echo escuchan y graban en dormitorios, baños o cocinas. Y estos es lo que se ha encontrado un usuario al solicitar sus datos personales a Amazon, la compañía le envió los suyos junto con los de otra persona. 

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Según la nueva nueva normativa europea de protección de datos, GDPR, si un usuario solicita tener acceso a todos sus datos personales recogidos por una compañía, ésta debe entregárselos, y eso fue lo que hizo Amazon creyendo que cumplía con la ley. Si embargo entre los archivos propios de esta persona se encontraban unas 1.700 grabaciones de la vida privada de un desconocido. 

La ley establece que las compañías tienen una plazo máximo de 72 horas para informar de errores o ataques que hayan vulnerado la privacidad de los usuarios, así como avisar a las víctimas de la infracción, es decir, todas las personas cuyos datos personales se han visto expuestos. Pero esta segunda medida sólo es obligatoria si los datos expuestos son de gran relevancia.

El usuario inmediatamente informó a Amazon del error, pero ellos en vez de actuar como debían, se limitaron a borrar los archivos de voz del servidor en el que se habían subido para compartirlos. La noticia ha salido a la luz gracias a la perspicacia del esa persona que copió todos los archivos antes de informar a Amazon y cuando descubrió que la compañía no había informado a la otra persona decidió revelar la noticia a un medio alemán.

El reportaje publicado por C't, confirma que los datos expuestos son de gran importancia y afectan a la intimidad de esta persona: "Alexa pudo escuchar a nuestro sujeto en la ducha" indica entre otras cosas el reportaje. Sin embargo, Amazon se ha conformado con reiterar que se trató de un "desgraciado" error humano. 

Ahora falta por saber cuál será la reacción de las autoridades legales encargadas de la ley protección de datos y si Amazon tendrá que hacer frente a una sanción además de la perdida de confianza de sus usuarios que ante la noticia miran con otros ojos a sus altavoces inteligentes.